Leticia Vaca
“No queremos que el feminismo sea sinónimo de vandalismo”, manifestó el vocero del Arzobispado, Juan Jesús Priego Rivera, respecto a las pintas que se que se hicieron en edificios el pasado 8 de marzo durante la marcha por el Día Internacional de la Mujer.
El sacerdote se contradijo al afirmar “que si quieren pintar o quemar, que pinten y quemen sus casas, eso va a tener un valor que arrastre más (…) veíamos romper los vidrios” y después hacer énfasis en que “una vida vale más que todo lo que pudiera costar limpiar, ojalá que de veras se deje de agredir a las mujeres, ojalá que la mujer sea vista en plan de igualdad”.
Las autoridades, señaló, deben trabajar en esos retos que este movimiento exigió, incluso llamó a las instituciones educativas a que despidan a los docentes que han sido acusados de acoso sexual.
“La cosa no pasó a mayores en San Luis Potosí, salvo pintas, pero sí queremos hacer ver que no es así como se consiguen las cosas”, añadió.
En el caso de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, justificó que por el inicio de la Feria del Libro debe ofrecer la imagen de un edificio “cuidado”, porque “imagínense el espectáculo que da San Luis Potosí, si de por sí es un municipio caído”.
Asimismo acusó de infiltrados para demeritar la marcha de miles de mujeres: “se necesita cambiar las actitudes, se necesita hacer una especie de resistencia silenciosa (…) este movimiento de reivindicación tiene que pasar a un segundo nivel de mayor madurez, pero de mayor exigencia”, concluyó.