Por Antonio González Vázquez
Eran como las once de la mañana de este lunes y caminaba por el Andador de Zaragoza, había pasado por la plaza de Armas y unos reporteros me dijeron que no había nada de nada. No había nadie en Palacio de Gobierno, no había nadie en Palacio Municipal, no había nadie en el Congreso del Estado y no había ruedas de prensa en La Posada y para colmo, no había nada trascendente en la plaza, así que seguí mi camino. Ya sobre Zaragoza esquina con Rayón, pasé junto a un par de tipos que caminaban muy juntos y conversaban sin apenas ver nada a su alrededor. Seguí mi camino pero me detuve, me dije, “ese señor que va caminando como un simple ciudadano debe ser sin duda el señor Gobernador “. En efecto, era el señor Gobernador, así que me dí la vuelta, saqué de mi mochila mi grabadora de reportero y en unos segundos ya estaba al lado de Juan Manuel Carreras López, quien al escuchar, “buenos días, señor Gobernador”, volteó y sonrió tan fría como distraídamente como preguntándose sobre quién sería el sujeto que le interrumpía en sus disquisiciones con un cercano colaborador suyo que resultó ser Alejandro Leal, que para efectos prácticos, es el Secretario General de Gobierno; el Gobernador no sabía que quien le saludó es periodista y se enteró hasta que recibió la primera pregunta, así que le pregunté, “señor Gobernador, ¿qué me dice de los sucesos violentos del sábado?” y él dijo como si fuéramos cuates de toda la vida, “no, no, no, ahorita no, no, no seas gacho, ahorita no”, pero le volví a preguntar básicamente lo mismo y en respuesta el Gobernador puso la vista hacia el frente y siguió caminando; entonces, le volví a preguntar y le dije, “solo quiero su opinión de los hechos del sábado”, pero él dijo de nuevo que no y sin encontrar razón, dijo después; “ahorita no, no seas malo” y como le volví a preguntar sobre lo mismo, el Gobernador jaló del brazo a su secretario de apellido Leal y le dijo, “¿verdad que en un rato va a haber un mensaje sobre eso?” y el Secretario dijo que sí, que en un momento daría un pronunciamiento, pero le dije al Gobernador que no quería saber que decía el Secretario sino que quería escuchar su opinión, es decir, la del Gobernador; pero él no salía de lo mismo y dijo “es que ahorita no puedo hablar de lo del fin de semana, no seas malo, ahorita te atienden”; “pero el sábado hubo nueve muertos, debió ser un día difícil para usted”, le dije, pero él no salía del “ahorita no”. Así que mejor me despedí; “fue un gusto verlo y preguntarle algo, señor Gobernador” y el Gobernador me dijo, “te lo aprecio” y se fue porque dijo, “estamos trabajando”.
El Gobernador se dirigía Palacio de Gobierno luego de reunirse con mandos del ejército en las instalaciones de la XII Zona Militar en la avenida Juárez, pues es cosa sabida, del 1 al 14 de enero van 21 homicidios, seis de ellos feminicidios y que el 2017 dejó un saldo de más de 700 muertos, 200 más que en 2016. Pero de eso al Gobernador no le gusta hablar.