Octavio César Mendoza
Surgida durante la Primera Guerra Mundial, la frase “¡No pasarán!” se convirtió, con el paradójico paso de los años, en un grito de guerra de la izquierda, y su significado simbólico es el de la oposición del pueblo y sus fuerzas armadas ante las intenciones del fascismo. El fascismo, en su interpretación más llana, es la forma de ejercer el poder desde la antidemocracia y el clasismo de la ultra derecha, que no acepta disidencias de pensamiento, formación académica, ideología política u origen epigenético ajenos al de los suyos.
El fascismo enfermó al PRI y al PAN y los redujo a partidos donde la libertad de pensamiento o el ejercicio de la crítica suelen ser vistos como actos de desobediencia; y ahora, ese fascismo también está contaminando a otras fuerzas políticas como Movimiento Ciudadano, donde la opinión de un solo hombre, Dante Delgado, es la verdad absoluta de sus huestes. Y vaya que eso ha quedado claro con la delirante declaración del líder naranja, quien asegura que ganarán la presidencia de la República Mexicana en el 2024.
Ante dicha postura, tal como lo han advertido el Gobernador del Estado, Ricardo Gallardo Cardona, y sus aliados del Partido Verde en San Luis Potosí, ¡No pasarán! Uno: porque en este Estado se ha consolidado el dominio del Movimiento Gallardista en sus cuatro regiones, merced al trabajo económico, social y gubernamental de dimensiones nunca visto. Dos: porque los integrantes de MC son individuos reciclados de origen prianista, y salvo por el color no se percibe diferencia alguna. Y tres: un tal “Tekmol” está colgado de todos ellos.
A dos años de que el Movimiento Gallardista arribó a su cita con el destino a través del triunfo electoral de “El Pollo”, no hay forma de que los ciudadanos sientan nostalgia por los viejos tiempos donde gobernaban el PRI y el PAN a golpes de inflación, incremento del costo de la canasta básica, gasolinazos, corrupción rampante, y pobreza extrema. Simplemente, hoy hay 1 millón 200 mil potosinos que cuentan con al menos algún beneficio social que nunca antes tuvieron. ¡Poco más de un tercio de la población olvidada por el PRIAN!
Ante la caída del PRI y del PAN, estos ya tienen nuevo disfraz en San Luis Potosí: Movimiento Ciudadano. Este partido está reclutando a todos los que han sido expulsados del paraíso de la corrupción prianista, para darles la esperanza de volver al poder. La ola naranja trae manchas rojas y azules de enorme convicción fascista. Son los mismos que dijeron que si no era Octavio Pedroza el gobernador, sería un desastre. Son los mismos que dijeron que trabajarían por la seguridad y por el agua potable, y nada. Los mismos y lo mismo.
Es importante hablar de esto porque viene la venta de espejos y candidaturas, de promesas y lealtades, por parte de aquellos que depredaron a San Luis Potosí durante décadas, y hay que estar preparados para que no regresen. Digan lo que digan, hoy existe un Gobierno sano porque este se construyó desde un origen intelectualmente popular, democrático, benefactor, y ha logrado sacar de la pobreza a 200 mil potosinos, y mantenerse firme ante los embates de los poderes fácticos, incluyendo el CO y algunos medios de comunicación.
Este Gobierno no se distrae en pleitos con otros poderes o con organismos autónomos, con medios de comunicación o con personajes críticos y, al contrario, procura generar acciones positivas junto a quienes deseen colaborar; no como en otros estados donde la pelea sustituye a la controversia. Aquí, el Gobernador tiene una agenda de giras de cuatro días de la semana, durante las cuales entrega todo tipo de obra pública y beneficios sociales, lo cual es posible gracias a la base sólida de gobernabilidad que se ha construido en poco menos de dos años.
Ese orden gubernamental cuyo diseño recayó de origen en el Secretario General de Gobierno, José Guadalupe Torres Sánchez, es el muro contra el que chocará la oposición en el 2024. Y si hace dos años los fascistas de la ultraderecha estuvieron lejos de vencer al Movimiento Gallardista, hoy están a años luz de hacerlo, y cada vez estarán más y más lejos de alcanzar ese objetivo, tal como se van separando, en fragmentos, los planetas que chocan entre sí; porque eso sucedió entre PAN y PRI, luego se sumó el PRD, y para allá va el PMC.
Por eso será importante que todos esos partidos no presenten candidaturas recicladas, perfiles abollados por el desprestigio, o simples marionetas de cacicazgos internos, porque el repudio electoral que viene contra ellos será aún mayor. O yo le pregunto, amable lector, ¿no preferiría tener un presidente municipal que sí trabaje por la seguridad de los potosinos, que sí se ocupe de resolver el tema del desabasto del agua, que sí arregle las calles? ¿No le gustaría votar por rostros nuevos, de gente joven, pero con entusiasmo y propuestas?
La generación del Cambio ha llegado, y eso lo saben el Partido Verde, en MORENA, en el PT. Analice usted el gabinete de Ricardo Gallardo Cardona: en su mayoría son jóvenes, tienen nuevas ideas, representan el relevo generacional; y las candidaturas de estos partidos serán del mismo perfil, por lo que es hora de que la antigua generación, esa que sigue enquistada como cáncer en los partidos tradicionales y que ahora está infectando a Movimiento Ciudadano, sea extirpada a través del voto popular.
Así, en lugar de decirles ¡No pasarán! a las huestes del PRI y del PAN disfrazadas de naranja o vestidos con trajes de decencia y honestidad, insuflados con impecables títulos nobiliarios y académicos, y dueños de herencia políticas incalculables, les diremos, casi con candor romántico, aquellos versos de Gustavo Adolfo Bécquer respecto a las oscuras golondrinas que, en este caso, son aves de mal agüero: aquellas que aprendieron nuestros nombres….
ésas… ¡no volverán!
Y en efecto, en su partida no olvidarán nuestros nombres, ya que nunca olvidaron el estatus en el cual nos tenían como ciudadanos y como individuos; y es por lo tanto responsabilidad de los jóvenes electores renombrarlos como la antigua y corrupta clase política que hundió a San Luis Potosí en la miseria de la que apenas estamos saliendo gracias al trabajo de personas como Ricardo Gallardo Cardona, por más que le quieran regatear, criticar, hacer bullyng mediático, acusar de lo que no es, y desear que se le atore el agua.
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