Nosotros los listos; inteligentes, los menos amistosos pero más sanos

 

Ciudad de México (25 de abril de 2016).- Se dice que las personas inteligentes duermen poco, tienen mal carácter, son perfeccionistas y hasta obsesivas. Pero todo esto podrían ser señales de una mejor salud.

Y es que los “listos” se cuidan más y toman mejores decisiones en su vida, por predisposición genética.

Así lo apuntaron los resultados de una investigación a cargo de la Universidad de Edimburgo y que contó con la participación de 100 mil voluntarios que fueron analizados.

Esta investigación a cargo de los científicos Saskia Hagenaars y Stuart Ritchie indicó que variables genéticas son la diferencia en la inteligencia de algunas personas. E inclusive, esas variables protegen a los listos de distintas enfermedades.

De hecho, en el estudio que fue publicado en la revista científica Molecular Science, se demostró que los voluntarios que participaron tuvieron mejores resultados en ejercicios de memoria, tiempo de reacción y razonamiento verbal. A su vez, presentaron menos relación a nivel genético con padecimientos como diabetes, Alzheimer, presión alta o mala salud en términos generales.

Sin embargo, no todo es color de rosa para quienes tienen mejores calificaciones y mayor coeficiente intelectual, ya que la investigación de Hagenaars y Ritchie también reveló que los inteligentes tienen mayor propensión a trastornos mentales como esquizofrenia, bipolaridad y autismo.

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Y es que, “además las influencias genéticas compartidas entre habilidades cognitivas y estados de salud, el estudio también encontró que las habilidades cognitivas están relacionadas con el tamaño del cerebro, la forma del cuerpo y el nivel de estudios”, mencionó Ian Deary, investigador de la Universidad de Edimburgo.

En el pasado, se creía que el estado socioeconómico determinaba la salud y el desarrollo del intelecto de las personas, pero los resultados de esta investigación demostraron que la información genética también influye y de manera determinante.

Pero también se sabe que la salud no depende en su totalidad de la genética, así que es importante tomar en cuenta factores como educación y calidad de vida, así como alimentación y hábitos de sueño para contribuir en el desarrollo de la salud mental.

Fuente: Reporte Índigo.(Por María Alesandra Pámanes)
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