Por Victoriano Martínez
Aunque parezca una contradicción señalar que la opacidad cuenta con una virtud, la tiene: exhibe la hipocresía de quienes enarbolan la bandera de la transparencia y en los hechos ocultan la información pública que deben difundir de oficio. El actual sexenio está plagado de ejemplos.
Una exhibición que, para colmo, provoca que el presidente de la Comisión Estatal de Garantía de Acceso a la Información Pública (CEGAIP), David Menchaca Zúñiga, quien debe garantizar el cumplimiento de esas obligaciones de transparencia, haga pública su desmesurada incapacidad.
“En Acción Nacional, creemos firmemente en la importancia de la transparencia y la participación ciudadana como pilares fundamentales de la democracia”, aseguró Verónica Rodríguez, dirigente estatal del PAN en el comunicado número BP-107-CDEPANSLP-2023 como reacción a una primera exhibición del ocultamiento de sus gastos en mayo pasado.
Fernanda Durán, reportera de Astrolabio Diario Digital, realizó un ejercicio de simple verificación de esa creencia tan firme de los panistas en la transparencia cuyo incumplimiento le fue señalado entonces.
El resultado es que detectó que cubrieron el faltante de ese momento y emitieron el comunicado como mera pose porque el compromiso que en él hicieron lo olvidaron un segundo después de emitirlo.
Aquella reacción panista es la típica de quienes enarbolan la bandera de la transparencia para no cumplirla. Hay muchas variantes, como instruir públicamente al responsable para que publique la información, como lo ha hecho en reiteradas ocasiones el gobernador Ricardo Gallardo Cardona.
Si el desplante panista de ser muy transparentes dio pie a que se exhibiera su incongruencia, se debe tener en cuenta que no significa que sea el único partido que oculta sus gastos.
De los nueve partidos políticos que aparecen en la Plataforma Estatal de Transparencia (PET), sólo dos (Movimiento Ciudadano y el PRI) han cumplido con la publicación de los formatos sobre sus egresos cada mes, de enero a septiembre. Un cumplimiento cuantitativo que no significa que en automático el contenido de los formatos corresponda a la información requerida.
De los 81 formatos que en los primeros nueve meses del año debieron publicar los partidos, sólo hay en la PET 48, es decir, el incumplimiento por parte de los partidos supera el 40 por ciento. No publican 4 de cada 10 formatos que deben publicar.
Un grado de incumplimiento que difícilmente podría pasar inadvertido para quien se dedica a vigilar que no ocurra. Por eso sorprende que Menchaca Zúñiga reconozca que se enteró de la omisión a partir de la nota periodística publicada por Astrolabio Diario Digital, y derivado de ello constataron la falta de la publicación de los egresos.
De entrada, el presidente de la CEGAIP exhibe el poco cuidado con el que realiza su labor o confiesa que de plano no trabaja.
Si finge ignorancia, malo. Si efectivamente es tal su incapacidad, al grado de no conocer ni siquiera los reportes que la PET genera en segundos, en la que bastan ocho clics para consultar el panorama de cumplimiento de publicación de los egresos de los partidos políticos, mucho peor.
Un panorama en el que el PAN, efectivamente, sólo cumple en cuatro de los nueve meses, lo mismo que el PCP. El PT incumple el último mes; Morena no publica los gastos de tres meses, el PANAL omite los pagos de ocho meses, y el PVEM, los de tres meses. Sólo Movimiento Ciudadano y PRI publican los formatos de los nueve meses.
Son datos que en menos de un minuto se pueden consultar en esa herramienta de la PET para cada una de las obligaciones de transparencia que tienen los entes públicos. No hay pretextos para que la CEGAIP no realice presión a los sujetos obligados para que cumplan al 100 por ciento esas obligaciones.
Resulta ridículo que, tras una nota periodística, Menchaca Zúñiga exhorte al PAN a cumplir con una sola de las fracciones del artículo 84 de la Ley de Transparencia, cuando tiene acceso casi automático a conocer el grado de incumplimiento de todas las fracciones por parte de todos los entes públicos.
Una herramienta que le permitiría cada día 11 de mes exhibir públicamente el nivel de incumplimiento por parte de todos y cada uno de los entes públicos, de manera que les requiriera que cumplieran y, con datos precisos, iniciara medidas de apremio para revertir la peor crisis de transparencia que hay en el Estado.
