Por Victoriano Martínez
Filemón Juárez Santana, director de la Policía Vial, pertenece a tres grupos de redes sociales en los que suelen advertir sobre la ubicación de los retenes antialcohol.
Obvio es que él no requiere de esa información para evadirlos, pero también más vale que no sea una acción de inteligencia, porque en tal caso estaríamos ante una cacería de potenciales conductores alcoholizados que reforzaría la idea de que Salvando Vidas tiene más fines recaudatorios que preventivos.
Juárez Santana reveló su pertenencia a esos tres grupos de redes sociales al informar que a partir del 15 de diciembre, y hasta el 4 de enero, los retenes antialcohol operarán diariamente de forma permanente en diversos puntos de la capital, con motivo de los festejos de la temporada.
Conocidas son ya las cifras sobre el incremento exponencial en los ingresos por multas relacionadas con infracciones por ingesta de alcohol en sus distintos grados (desde el apto para conducir hasta el totalmente ebrio) con la operación de los retenes tan sólo los fines de semana.
No obstante, de lo que poco se informa y sólo se tienen indicios a partir de la relación de recibos de entero que emite la Tesorería Municipal, es de las estadísticas que arrojan los operativos que pudieran dar cuenta de la efectividad que tienen con relación a su carácter preventivo.
Se puede saber que el número de personas multadas por esas causas creció de 34 en los primeros tres meses del año, a mil 432 en los siguientes siete meses. De un promedio mensual de 11 multados a 204 multas aplicadas cada mes. Un aumento del mil 754 por ciento. Y eso que los operativos sólo eran los fines de semana.
Si efectivamente es preventivo, lejos de presumir el aumento en la recaudación, el Ayuntamiento bien podría dar a conocer las estadísticas que prevé el Secretariado Técnico del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (STCONAPRA), para los que incluso generó dos formatos para la recolección de datos.
El primero es un Reporte de conductores “no aptos”, en el que deben quedar registrados, además de los datos del conductor sancionado, otros para generar estadísticas como edades, niveles de alcoholimetría, número de acompañantes y sus edades, tipo de vehículo y modelo, y el tipo de infracción a la que se hizo acreedor.
El segundo de los formatos corresponde a un Reporte de Operativos de Alcoholimetría, del que se podrían generar estadísticas sobre fecha, hora y ubicación de los operativos, flujos vehiculares por cada hora en ellos, representación de los recursos humanos involucrados en ellos, lo mismo que el tipo de recursos materiales.
Poder conocer estadísticamente los horarios de mayor presencia de conductores alcoholizados por ubicación con relación al flujo vehicular daría a los operativos un carácter más preventivo en la medida en que esa información no sólo se registra, sino que también se difunde ampliamente para que la población –como recomienda el STCONAPRA– pueda a su vez actuar preventivamente.
Llamar a no mezclar el volante con el alcohol ya se ha vuelto un lugar común y un eslogan publicitario con poco efecto disuasivo. La necesaria y ausente información que la autoridad debe proporcionar a la ciudadanía con auténticos fines preventivos hace pensar que hay otra mezcla que se debe evitar: los operativos preventivos con los recaudatorios.
FE DE ERRATA
El pasado viernes surgió la versión de que en el Programa Municipal de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano de San Luis Potosí se descartó a la Sierra de San Miguelito como urbanizable. El dato fue confirmado por distintas fuentes. En consecuencia, el contenido de la Caja Negra del sábado 21 no varía, salvo por el documento que en ella se cita.
Al revisar y trabajar más sobre la información contenida en el documento presentado en la página Web del Ayuntamiento de San Luis Potosí con el título “Proyecto de Actualización del Plan de Centro de Población Estratégico”, en un apartado de acceso que se denomina “Consulta Pública”, erróneamente se asumió que se trataba del proyecto al que se hizo referencia en la sesión del Cabildo del martes 17 de diciembre, cuando en realidad se trata de un documento elaborado por la anterior administración.
Resulta necesario destacar que la coincidencia de los dos puntos del documento que se citan en la Caja Negra del sábado 21 con el tema relacionado con la Sierra de San Miguelito contribuyeron a la confusión.