Durante su segundo día de protestas, integrantes del Frente Unido contra Grupo México representados por pobladores del río Sonora y mineros de la sección 65 destruyeron las válvulas y tubería del centro de rebombeo Ojo de Agua, que abastece a la mina Buena Vista del Cobre.
Cerca de la 6:30 horas de este miércoles, los manifestantes tomaron la carretera que conduce a Bacoachi, donde se encuentra la puerta 10, utilizada como acceso diariamente por más de 2 mil trabajadores de la mina y prestadores de servicio.
Unos 30 minutos más tarde, los inconformes inhabilitaron el centro de rebombeo, para después destruir las válvulas de esta infraestructura hidráulica.
De acuerdo con un especialista de la Comisión Estatal del Agua (CEA), este centro tiene una capacidad de abastecimiento de 6.6 millones de metros cúbicos mensuales, el doble de los 3.3 millones que se surten a Cananea, y dos tercios de los 10 millones que requiere Hermosillo.
Con estas acciones, la mina Buena Vista del Cobre redujo al 10% sus recursos de agua, después de que el 16 de marzo anterior, el Frente Unido tomó el centro de abastecimiento Los Patos, que tiene una capacidad de 12 mil metros por segundo.
Según información de los líderes del Sindicato Minero Nacional, la toma de Los Patos provoca a Grupo México pérdidas diarias de 4 millones de dólares.
Aproximadamente tres horas después, los manifestantes incendiaron una hectárea de pastizaje en una zona contigua a la dirección de seguridad pública municipal y las oficinas regionales de Policía Estatal Investigadora (PEI).
El presidente del Comité de Huelga, del Sindicato Minero Nacional, de la sección 65, Jesús Verdugo Quijada, aseguró que el gremio se encuentra “cansado” del olvido.
“Vamos por todo, no tenemos nada qué perder… son ocho años de lucha en los que nos quitaron nuestros derechos, pero no nuestra creatividad, convicción o dignidad”, exaltó.
En 2013, el consorcio reportó a sus accionistas que es responsable del 52% de los problemas ambientales en Perú; 48%, en México y sólo 2%, en Estados Unidos.
Los damnificados de las cuencas sonorenses se unieron a los mineros de la sección 65 despedidos injustamente por Grupo México en 2010 para exigir el pago equitativo de indemnizaciones en la zona ribereña y respeto al contrato colectivo de trabajo.
Proceso