Estela Ambriz Delgado
A tres meses de que las obras en el Barrio de San Miguelito cumplan su primer aniversario, los vecinos continúan siendo afectados en servicios básicos como agua potable y gas, debido a que de nueva cuenta se abrieron zanjas con maquinaria, lo que provocó la ruptura de la tubería que ya había sido colocada y cubierta hace 15 días, por lo que consideran el Gobierno del Estado ha sido indolente ante las necesidades de la población que ni siquiera cuenta con rampas para poder salir de sus casas.
Habitantes del barrio denunciaron que nuevamente se han abierto zanjas al pie de las casas en las cinco calles intervenidas, pese a que hace 15 días las compañías constructoras metieron los tubos de cableado de luz subterráneo, para lo cual las abrieron y posteriormente cerraron, lo que ocasionó que la maquinaria reventara la tubería y por tanto se interrumpiera el suministro de servicios básicos como agua y gas.
Consideran la situación en la que viven como insostenible, pues tampoco pueden salir y entrar de sus casas de manera segura debido a que las zanjas se encuentran sin rampas que les faciliten el tránsito por la zona.
Los vecinos señalan que, en el tramo de Fuero a Gómez Farías, personal de la Secretaría de Desarrollo Urbano, Vivienda y Obras Públicas (Seduvop) les aseguró que pipas de la misma constructora llevarían agua a los vecinos, pero a la fecha sólo abastecieron a algunas casas y muchas continúan sin el servicio.
El abastecimiento de agua y otros como el gas LP se complica en estas calles, puesto que las pipas particulares no pueden pasar porque debido a que por el peso se hunden en la tierra en algunos casos; en otros, las zanjas no permiten su entrada, y tanto las particulares como las del Interapas, no cuentan con mangueras de más de 10 metros.
De igual manera, indican que hay adultos mayores que no pueden entrar y salir de sus casas, y mucho menos ir a comprar garrafones debido a que no hay rampas y sus condiciones no les permiten acarrear agua de las pipas de Interapas, que en ocasiones se encuentran en el jardín de San Miguelito.
“Esto que sucede es una grave violación a los derechos humanos de las personas, además de ser una situación que pone en riesgo a toda la población (…), lo que de nueva cuenta pone de manifiesto la insensibilidad del Gobierno ante los adultos mayores y todas las personas que habitan en el barrio. El calor, la tierra, y sin agua son condiciones inhumanas de las cuales el gobernador ha sido insensible e indolente”.