¿Para dónde hacerse?

Óscar G. Chávez

Con todo y que el día de ayer, durante su visita a la ciudad de San Luis Potosí, la candidata del Movimiento de Regeneración Nacional a la presidencia de la República, Claudia Sheinbaum afirmara que se dará tanto en lo nacional como en lo local una alianza con los partidos del Trabajo y Verde, al menos en el caso de San Luis puede resultar un poco complicado el empate de intereses y candidatos. 

No se trata solamente de connatos de violencia y encontronazos donde hasta con las sillas se dan, como el que ocurrió ayer entre verdes y morenos, en el evento organizado con motivo de la visita de la candidata, esos son los más controlables; los de verdadero peligro son precisamente esas extrañas y turbias alianzas que se dan entre miembros de partidos y de facciones al interior de los mismos. 

Una cosa es lo que en público diga Sheimbaum y otra lo que ocurra en la realidad, ya que al menos para el caso de San Luis es muy previsible que utilizará mano dura en los procesos de selección ya que con todo y los votos que pueda ofrecer el gobernador del estado, es seguro que no se necesita de ellos para alcanzar el triunfo, y muy posiblemente muchas de las candidaturas federales sean impuestas por los claudios. 

Con todo y que el camino del pragmatismo pueda ser el más viable, la selección y el acomodo de las fichas participantes puede ser bastante desgastante para el propio gobernador y su equipo operativo electoral; ya una muestra se dio en esta semana durante el intercambio de declaraciones sostenido entre Gabino Morales, Guadalupe Torres y Eloy Franklin, líder del sicariato verde en el Congreso, en las que el primero sostenía que los logros y alcances en materia de apoyos sociales en el estado eran en su mayor parte provenientes del gobierno federal, en tanto que los otros dos no dejaban de lanzar loas y alabanzas a su jefe.

De  la misma manera en las filas verdes comenzarán a incorporarse controvertidos personajes como Óscar Bautista y, casi podría afirmarse que ya legitimado con el tiempo de residencia necesario aparecerá el tenebroso Héctor Serrano Cortés quien dentro de las filas del partido del Trabajo, seguramente buscará una curul local. No son pues los votos para la presidencia los que interesan a Sheinbaum, sino alcanzar carro lleno en el Congreso federal; por el contrario a Ricardo Gallardo busca mayoría en el local. 

Con todo y las capacidades operativas del gobernador y su gente, es perfectamente predecible que no cuenta con perfiles capaces o idóneos para ocupar la mayoría de los cargos de elección popular, al igual que hasta ahora se ha visto en su propio gabinete, al grado que tiene que andar promocionando a personajes tan deslucidos e incapaces como su esposa. Porque, ya lo tenemos bien claro, una cosa son las sonrisas en redes sociales y otras las capacidades reales  del séquito gallardista. 

Pero el nepotismo y favoritismos no es sólo cosa del partido oficial, si no hay que voltear a ver el panismo, donde ya el dueño de la franquicia anda promocionando a su hermano y a su primo y muy seguramente en breve a cuanto pariente o favorito se le ponga por enfrente. Por cierto, precisamente esa incapacidad dominante en los perfiles del verde, son los que pudieran dar cierta ventaja al PAN, siempre y cuando el diputado Xavier Azuara como gran elector, eligiera perfiles idóneos y no sólo a sus incondicionales, ni tampoco a cadáveres azules que a las primeras de cambio acaban felicitando al gobernador por “su trabajo”. 

Curiosamente si Verde y Morena no fueran juntos en las posiciones de la capital, es muy posible que una alianza por debajo de la mesa entre el panismo y morena, pudiera permitir romper la dinámica viciada que ha generado el gallardismo, pero es muy probable que esta tampoco se dé, ya que lo que un dirigente lo tiene de sordo, la otra lo tiene de arrogante.      

Tampoco es que, en general, haya mucho de dónde escoger, cortar o amarrar, la cosa es escoger perfiles manipulables que les permitan a quienes los nominan, mantenerse otro ratito más calentando la posición. En nada se diferencia alguno de los dirigentes partidistas de todo lo que critican a los otros; todos, en prácticas y mañas son iguales de indignos y repulsivos, más ahora cuando ya se dieron cuenta que no sólo el xantolo es verde, sino también Claudia, es posible que hasta los azules se vuelvan.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

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