Redacción
Al diputado local Rolando Hervert Lara el ganaron las ansias y quemó el anunció que los partidos que integran la coalición “Sí, por San Luis Potosí” (PRI-PAN-PRD-CP) darán éste lunes y que consiste en hacer oficial las candidaturas de Octavio Pedroza Gaitán a la gubernatura y de Enrique Galindo Ceballos a la alcaldía de la capital.
Ya con el favor que les hizo Hervert Lara y con el pretexto del Super Bowl, la tarde del domingo tanto Pedroza Gaitán como Galindo Ceballos publicaron un video (el primero a colores y el segundo en blanco y negro) en el que aparecen frente a un muro con los logotipos de los partidos que integran la coalición y, con una actuación francamente patética, simulan un diálogo casual en el que se “retan” a regalar mil cubrebocas si pierde el equipo al que cada uno dice apoyar en la final de futbol americano.
Luego, cada uno lanzó el mismo reto a los presidentes de sus partidos para “que se haga extensa la cadena y logremos muchos miles de cubrebocas”, dice Pedroza Gaitán antes de terminar el video con un choque de puños con el virtual candidato a la alcaldía de San Luis Potosí. El presidente del Partido Acción Nacional, Juan Francisco Aguilar, también se trepó al espectáculo del Súper COVID electoral e invitó a su regidora –y futura candidata a diputada- Karina Benavides, quien a su vez pidió sumarse al diputado Ricardo Villarreal Loo.
Con palabras prácticamente idénticas a las escritas por la regidora, el ex diputado Gerardo Serrano Gaviño (recordado por haber repartido sandías en el Saucito como regalo de navidad en 2016) se apuntó en la cadenita y retó a la directora del Colegio de Bachilleres, Marianela Villanueva, quien no vio el mensaje o no quiso responder. ¿Coincidencia o nado sincronizado? La pregunta es ociosa.
Lo que no se entiende, es la inclinación de Enrique Galindo Ceballos por el uso del blanco y negro. Cuando comenzó a buscar la candidatura del PRI a la gubernatura, su campaña en redes sociales tenía imágenes y videos a color, después, comenzó a adoptar el blanco y negro sin una razón clara… a menos que pretenda volver a los colores cuando empiecen las campañas, ¿Querrá decirnos que sólo él puede darle color a la ciudad o nada más está intentando ocultar el rojo?
Su curiosa campaña mediática ofrece videos donde se entrevista a sí mismo al estilo del compositor Juan Gabriel y otros donde continúa dialogando consigo mismo, pero cambiando de asiento y camisa (una blanca y una negra) entre frase y frase. ¿Será que intenta decirnos que existe un Galindo bueno y un Galindo malo? Cualquiera que sea la intención y, por más que ya no use el uniforme de policía, no ha podido ocultar del todo su pasado.
“Yo soy un potosino dispuesto a rajarse el alma”, es una de las frases que ha utilizado el ex comisionado de la Policía Federal para promoverse políticamente y que, a menos que otra cosa suceda en las próximas horas, le alcanzó para conseguirse la candidatura a la alcaldía de San Luis Potosí. Eso de rajarse tiene múltiples interpretaciones, pero no deja de ser una expresión que coloca una imagen mental violenta. Normal, si consideramos que, quien pretende gobernar la capital, fue destituido del cargo por la letalidad de los policías bajo su mando.
No hay que olvidar que, pese a ser una de las figuras más importantes durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, Enrique Galindo Ceballos fue destituido en agosto del 2016, apenas 11 días después de que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitiera la recomendación 4VG /2016 donde se documentaron violaciones graves a los derechos humanos cometidas por policías federales.
“Uso excesivo de la fuerza que derivó en la ejecución arbitraria de 22 civiles y la privación de la vida de 4 civiles; la tortura de dos personas detenidas; el trato cruel, inhumano y degradante en perjuicio de una persona detenida y la manipulación del lugar de los hechos”, son las violaciones a derechos humanos que arrojó la investigación realizada por la CNDH en relación a un “enfrentamiento” ocurrido el 22 de mayo del 2015 en el “Rancho del Sol” en el municipio de Tanhuato, Michoacán.
Aunque en su momento Galindo Ceballos sostuvo que no hubo ni una sola ejecución extrajudicial debido a que los civiles “en ningún momento deciden rendirse ni dejar de disparar” y justificó la acción de los policías con el argumento de que los fallecidos dieron positivo a la prueba de rodizonato de sodio que demuestra que habían disparado armas; no obstante, testimonios recabados por la CNDH aseguran que los policías incluso obligaron a detenidos a disparar.
En 2016, cuando la policía federal fue utilizada para desalojar una autopista en Nochixtlán, Oaxaca que había sido tomada por maestros opositores a la reforma educativa, también se cometieron graves violaciones a los derechos humanos que documentó la Comisión Nacional de Derechos Humanos en la recomendación 7VG/2017.
Como resultado del mal actuar de la policía, siete personas fallecieron, 174 fueron lesionadas (46 por arma de fuego), 171 personas sufrieron afectaciones por el uso de gas lacrimógeno, 108 personas resultaron con afectaciones psicológicas y 43 más sufrieron daños en sus bienes.
En un primer momento, Galindo Ceballos aseguró que los policías no portaban armas, luego dijo que sólo 34 de 574 policías enviados a desalojar la carretera sí portaban sus armas.
Otro caso más en el historial de Galindo Ceballos es el conocido como la “masacre en Apatzingán” sucedido el 6 de enero del 2015 donde policías federales dispararon contra integrantes de la Fuerza Rural que realizaban un plantón en el Palacio Municipal de Apatzingán, Michoacán. Por la ejecución extrajudicial de 16 personas, en agosto del 2019, un juez federal dictó auto de formal prisión contra seis policías federales.
En el historial de Galindo Ceballos existen más casos que no deben ni pueden pasarse por alto, sobre todo si, como ya ha dejado ver, el ex comisionado de la Policía Federal pretende venderse como el candidato que traerá seguridad a San Luis Potosí. ¿Seguridad estilo Tanhuato, Apatzingán o Nochixtlán? No, gracias.