Katmandú, Nepal (28 de abril de 2015).- El terremoto que el sábado sacudió Nepal, ha supuesto un duro golpe para el importante patrimonio cultural del país, empezando por la emblemática torre Dharahara, quedando reducida a escombros. En el corazón de la capital del país, muchos de los templos construidos en el siglo XII y XVIII por los antiguos reyes de Nepal se derrumbaron, matando a decenas de personas y dejando a otras más sepultadas.
La torre Dharahara, de nueve pisos, y considerada una de las principales atracciones de la ciudad, con los 200 escalones de su escalera en espiral, ha quedado reducida a escombros cuando el suelo tembló hacia el mediodía del sábado.
La Unesco ha estado recabando información sobre la magnitud de la destrucción en Katmandú, así como en Patan y Bhaktapur, dos ciudades que fueron reinos antes de la unificación de Nepal, y que conservaban numerosos palacios.
“Varios templos se han derrumbado. Dos templos de Patan se han derrumbado totalmente y en la plaza Durbar (Katmandú) es peor”, explicó Christian Manhart, representante de la Unesco en Nepal. afirma que todavía es demasiado pronto para saber cuántos monumentos han sido afectados, y qué tipo de asistencia necesitarán. También están intentando averiguar si el pueblo de Lumbini, donde Buda nació hace 2 mil 600 años y que forma parte de la lista de patrimonio mundial de la Unesco, se ha visto afectado.
Según P.D Balaji, jefe del departamento de historia y arqueología de la Universidad de Chennai, en India, es poco probable que los edificios dañados puedan ser reconstruidos: “Lo que puedo decir es que es una pérdida irreparable para Nepal y el resto del mundo. La restauración completa no es posible”.
En Katmandú, los habitantes continúan las búsquedas entre los escombros, usando palas o sus propias manos para encontrar víctimas en la plaza Durbar, que estaba llena de turistas cuando se produjo el terremoto.
Fuente: Milenio.