Por: Antonio González Vázquez
La ciudad podrá estar destrozada y en manos de una burocracia cínica e ineficiente, pero no por ello, la capital deja de ser un pedacito de cielo; una porción del paraíso, una esquina de la bóveda celestial. La imagen corresponde a la avenida Juárez pero es un paisaje que se reproduce en muchas partes de la ciudad ante la indolencia de la autoridad municipal. ¿Hasta donde ha llegado la irresponsabilidad?, habría que sentarse a esperar una respuesta. Por esa calle se llega a la Unidad Administrativa Municipal donde despacha el alcalde y es probable que haya tenido oportunidad de ver la escena de esta fotografía. El alcalde bien se habría preguntado ¿qué hace una silla en medio de la calle? Y probablemente habría visto que la silla es la muda alerta sobre un peligroso bache y también, se pudo preguntar ¿porqué nadie arregla eso?, pero lo más seguro es que en vez de preguntarse eso debió quejarse y en fastidioso tono debió increpar: ¡qué no hay gobierno en esta ciudad¡