Percepción de inseguridad, ciudadanía ignorada

Por Victoriano Martínez

Los altos niveles en la percepción de inseguridad remiten por un lado a considerar los crímenes y atrocidades de alto impacto y por el otro a autoridades responsables inoperantes y parapetados en justificaciones ridículas. No obstante, hay un actor más con representación de la ciudadanía que opta por pasar inadvertido con un silencio irresponsables que raya en la complicidad.

Se trata del Consejo Ciudadano por la Seguridad de San Luis Potosí, integrado por representantes de organismos empresariales y funcionarios del gabinete de seguridad, en el que los primeros faltan a su obligación moral de exigir resultados a los segundos, pero además traicionan esa representación ciudadana al no informar a la sociedad sobre su actuación.

¿De qué sirve que se trate de un Consejo Ciudadano y la autoridad lo presuma como una instancia de participación ciudadana si todos sus acuerdos y acciones se le ocultan al resto de la población? ¿O será que ni siquiera tienen reuniones, la participación es mera simulación y se trata de un organismo de ornato que le sirve la autoridad para proyectar imagen cuando así lo considere?

El hecho es que desde 2016, cuando el INEGI comenzó a medir el nivel de percepción de la inseguridad sólo en una ocasión el porcentaje de la población con miedo fue menor al 70 por ciento (septiembre 2016), en tanto que en 16 de las 25 mediciones los habitantes con miedo superaron el 80 por ciento.

Un panorama que parece una condena: vivir con miedo de manera permanente.

Los pronunciamientos de los dirigentes empresariales, esos que tienen representación en el Consejo Ciudadano por la Seguridad, son esporádicos y especialmente cuando uno de sus integrantes resulta agraviado. Los atentados al resto de la población parecen no preocuparles.

De poco sirve que cuenten con representación en un Consejo establecido, según su primera presentación en 2018, para crear mecanismos que permitan reforzar la comunicación y las acciones en la materia, reforzar las acciones necesarias en materia de prevención del delito, mejorar la percepción que se tiene del trabajo que realizan los elementos policiales e impulsar una mayor seguridad y tranquilidad en San Luis Potosí.

Distorsionada o no la percepción de inseguridad, como lo llegó a plantear el alcalde Enrique Galindo Ceballos, el papel que han jugado los empresarios con su representación en el Consejo Ciudadano por la Seguridad quizá también esté distorsionado por la exhibición que de ellos hacen las autoridades como aval que pueden utilizar a placer, a pesar de la falta de resultados.

Tanto los organismos empresariales como ese Consejo difícilmente pueden percibirse como una representación social que actúa en beneficio común, cuando se les presenta como el grupo privilegiado que puede hablar a nombre de todos en esas instancias gubernamentales y abiertamente se les utiliza con fines más propagandísticos que de búsqueda de resultados.

Deplorable papel de la representación empresarial, antes que ciudadana. Prácticamente un papel de paleros, en tanto no asuman un compromiso verdaderamente enfocado en el interés de la sociedad y adopten una genuina convicción de transparencia que honren con informes tendientes a dar a conocer sus propuestas y acciones para que la inseguridad ceda.

Reportes sobre la percepción de la inseguridad como el que da una calificación de 3.95 sobre 9 en el tema de seguridad pública al cierre de julio no dejarán de ser una constante en tanto prevalezca la inoperancia de las autoridades y la proliferación de crímenes atroces.

Se trata de reportes que muestran la postura de una sociedad que, por mucho que se trate de normalizar la violencia, la perciben como algo que no debe ser. Una percepción que sin duda comparten los empresarios, pero que no hacen valer a través de organismos como el Consejo Ciudadano por la Seguridad en el que participan, mucho menos a través de las cámaras.

Se trata de una representación empresarial con alcance ciudadano que no responde a las inquietudes de la población, cuyo temor por la inseguridad sin duda comparten sus agremiados.

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