Un perro de raza pitbull mató a un niño de un año y nueve meses. El ejemplar hirió al menor gravemente en el cuello y la cara. El animal, entrenado para pelear, era propiedad de la misma familia del niño Maximiliano.
Los hechos ocurrieron en el domicilio, ubicado en la calle Sigma B, de la popular colonia Arboledas de San Hilarión, de la capital zapatera.
El pequeño salió a la cochera de su casa, en donde había dos perros de pelea, pero uno de los animales aparentemente se soltó y atacó al infante en cara, cuello y pecho.
Un vecino que pasaba por el lugar se percató de los hechos por los gritos , por lo que entró al domicilio para rescatar al niño. El perro no lo soltaba y tuvieron que golpear al animal con piedras y machetes.
Una vecina buscó tapar las hemorragias del bebé con su playera, porque sangraba copiosamente del cuello y la cabeza. El niño estaba herido de muerte. El joven lo trasladó al Centro de Salud de la colonia Valle de San José, acompañado de la madre de Maximiliano.
Sin embargo, los médicos informaron que Maximiliano había fallecido a causa de las mordeduras que presentaba.
Los médicos cerraron la clínica y permitieron solamente el paso de los padres de la víctima y de las autoridades judiciales. Los padres del menor y dueños de los perros de pelea han sido identificados como Juan Ricardo Reynoso y Sanjuana Barrientos, quienes serán investigados por los hechos por la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guanajuato (PGJEG).
Su cuerpo fue recogido por una ambulancia del Servicio Médico Forense para practicar la autopsia de ley.
Autoridades de control canino acudieron al domicilio del menor y capturaron a los perros para que sean sacrificados.
Vecinos del lugar exigieron la muerte de los perros. Aparentemente, el padre de familia los había entrenado para pelear y ganar dinero.
El 12 de mayo pasado, un perro de raza pitbull atacó a un bebé de casi tres meses de edad, en la colonia Las Hilamas, también en el municipio de León.
Excélsior
