Plantones de burócratas, ¿fue una tregua?

Por Victoriano Martínez

La Semana Santa quedó atrás y con ella el regreso de la Procesión del Silencio, tras dos años de suspensión por la pandemia, y sin contratiempos: los sindicatos de burócratas que mantenían plantones frente al Palacio de Gobierno se retiraron en los días previos para no obstaculizar su paso.

¿Fue una tregua? ¿Se lograron acuerdos? ¿Se pasó a una nueva etapa en la que el conflicto se tramitará por otros medios?

El gobierno estatal fue el encargado de informar sobre el retiro de ambos plantones, a través de comunicados. La noche del sábado 10 de abril se levantó el plantón del SITTGE. Para el martes 12, el plantón del SUTSGE ya se había retirado.

En ambos comunicados se señala que los acuerdos giraron en torno a liberar la Plaza de Armas “para aceptar retirarse y facilitar la realización de la Procesión del Silencio” y para que “se desarrolle la Procesión del Silencio sin que se modifique el trazo de la ruta”.

La causa del retiro de los plantones ha quedado superada. ¿Volverán a instalarse?

Cuando el 8 de noviembre de 2021 hubo un encuentro entre funcionarios estatales y la dirigencia del SUTSGE, el gobernador Ricardo Gallardo Cardona no desaprovechó la oportunidad para pasar por la sala de la reunión y tomarse una foto para difundirla y asegurar que se encontraban en vías de solución y hasta habían acordado el retiro del plantón.

Pasaron 154 días para que efectivamente el SUTSGE retirara su plantón, pero por razones muy distintas a las presumidas por Gallardo Cardona en una entrevista.

El 22 de febrero le tocó el turno al SITTGE: Gallardo Cardona publicó una foto con la lideresa de ese sindicato acompañada de un breve texto: “Para jalar juntas y juntos al nuevo San Luis Potosí, nos reunimos con líderes sindicales. Trabajaremos de la mano en mesas de trabajo para resolver problemas sindicales. La meta es clara: el bienestar de la gente trabajadora de San Luis”.

Una exhibición de la urgencia que tenía el gobernador por proyectar que los conflictos con los burócratas estaban en vías de solución que deja fuera de esa lógica por aparentar resultados el que no haya aprovechado para fotografiarse frente a un Palacio de Gobierno sin manifestaciones y presumir su capacidad conciliadora.

El gobierno estatal se limitó a dos escuetos comunicados: el primero el 9 de abril, de 216 palabras, para informar del retiro del plantón del SITTGE; el otro el 12 de abril, de 293 palabras, para reportar el retiro del SUTSGE y señala que la Procesión del Silencio tenía libre el paso.

Sobre las demandas relacionadas con las olas de despidos y otros incumplimientos con la burocracia que dieron origen a los plantones nada se ha informado, ni por parte del gobierno estatal ni por parte de las dirigencias de los sindicatos.

Todavía en los días previos a la realización de la Procesión del Silencio ese evento religioso aparecía como un posible elemento de presión. Al inicio de la Semana Santa, la dirigencia del SITTGE expuso en rueda de prensa una demanda y una advertencia.

Exigió la destitución de José Luis Urban Ocampo, director de Seguridad Pública del Estado, por las agresiones en contra de tres de sus agremiados el 5 de abril durante una manifestación pacífica.

Advirtió que si la administración estatal encabezada por Gallardo Cardona se cierra al diálogo, podrían reinstalar su plantón.

Los indicios, ante la falta de transparencia tanto del gobierno como de las representaciones sindicales, dan cuenta de una tregua por la Procesión del Silencio.

Hoy se abre el periodo en el que tendrá que despejarse esa duda: o se informa sobre las soluciones dadas al conflicto y se termina con las oleadas de despidos, o regresan los plantones.

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