Por Victoriano Martínez
Cuando la secuencia (plantón del Sindicato Independiente de Trabajadoras y Trabajadores del Gobierno del Estado)-(cercanía de la Procesión del Silencio)-(acuerdos para levantar el plantón y no interrumpir el evento religioso) parecía que no se daría, la tarde noche del pasado sábado el gobierno estatal emitió un comunicado para informar del levantamiento del plantón.
“Luego de semanas de mesas de trabajo con el SITTGE, se lograron acuerdos para que se libere el tránsito a las y los paseantes, y los turistas nacionales y extranjeros se lleven una buena impresión de la ciudad”, señala el comunicado publicado en distintos medios de comunicación como gacetilla.
La diferencia con años anteriores es que en esta ocasión el del SITTGE no es el único plantón que hay frente al Palacio de Gobierno, y el Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado (SUTSGE) hasta la noche de este lunes se mantenía firme en su protesta iniciada el 5 de octubre pasado.
Del antecedente de la secuencia plantón-procesión-acuerdos por parte del SITTGE se tienen datos desde2010, cuando quedó registrado en prensa que José Guadalupe Durón Santillán, entonces secretario de Gobierno, advirtió sobre un posible desalojo del plantón del SITTGE frente al Palacio de Gobierno.
Desde entonces no ha sido la única ocasión que previo al levantamiento del plantón se da esa advertencia. Hasta ahora, en el caso del SITTGE, sus plantones siempre se han retirado a tiempo para no modificar el recorrido de la Procesión del Silencio.
Este año, podría ser que el SUTSGE, con su plantón, marque alguna diferencia.
Previo a retirar su manifestación, los integrantes del SITTGE tuvieron dos confrontaciones que, todavía después de retirado el plantón, tienen secuelas.
Hace una semana, una marcha de protesta hacia la Casa de Gobierno terminó en una confrontación con elementos de la Dirección General de Seguridad Pública, con su director José Luis Urban Ocampo al frente.
Tan desafortunada y lastimera resultó la intervención de Urban Ocampo, que terminó expuesto en un video en el que de manera quejumbrosa advierte que acudirá al Ministerio Público para demandar a Francisca Reséndiz Lara porque le lastimaron un dedo.
De aquel hecho, este lunes Reséndiz Lara pidió en rueda de prensa la destitución de Urban Ocampo por no ser digno de confianza y aseguró que los manifestantes no lo agredieron como él refiere, sino que en el forcejeo y al quitarle el teléfono a uno de los integrantes del SITTGE, él solo se lesionó la mano.
La segunda confrontación se dio el viernes cuando integrantes del SUTSGE intentaron ingresar al Palacio de Gobierno y se los impidió una valla de policías.
De lo que ocurrió después, para llegar a presuntos acuerdos para que se retirara el plantón, ni el gobierno estatal ni la dirigencia del SITTGE han informado públicamente qué pasó.
El gobierno habla en su comunicado de acuerdos “luego de semanas de mesas de trabajo”, lo que no concuerda con las movilizaciones del pasado martes y viernes, ni con las acusaciones de agresiones y exigencia de destitución de Urban Ocampo que este lunes se dieron.
En tres días se realizará la Procesión del Silencio. La integridad de su recorrido tradicional aún sigue comprometida con el plantón del SUTSGE. El SITTGE ofrece señales contradictorias que difícilmente se podrían traducir en una reinstalación del plantón, aunque es algo que está dentro de lo posible.
El caso es que la secuencia plantón-procesión-acuerdos en esta ocasión es posible que no obtenga los mismos resultados porque no depende sólo del SITTGE y será el sindicato mayoritario (el SUTSGE) el que marque la diferencia.
