Por Victoriano Martínez
El principal insumo para la toma de una decisión es contar con la información suficiente y pertinente en torno al punto específico sobre el que se tiene que decidir para que la determinación a la que se llegue sea de calidad. Si se va a decidir crear o no el municipio 59 del Estado, lo menos que el elector debe saber con detalle son las ventajas de una y otra opción.
Desde que el pasado 19 de julio el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (CEEPAC) aprobó la convocatoria para la realización del plebiscito sobre la municipalización de la delegación de Villa de Pozos el único dato que ha difundido sobre el punto es un mapa con el polígono propuesto, en un micrositio Web que exhibe las vicisitudes en la organización de ese ejercicio democrático.
Aunque la información publicada en el micrositio pudiera considerarse un buen ejercicio de transparencia sobre la organización del plebiscito, está lejos de apegarse a las obligaciones del CEEPAC, que convoca a decidir entre un sí y un no, pero sin exponer con claridad qué significa una y otra opción.
Se trata, por parte del organismo electoral, de una falta de respeto al ciudadano, a quien se coloca como un mero ente legitimador con su voto de una determinación basada en una participación ciudadana… a ciegas.
El micrositio con la información sobre el plebiscito deja muy claro que los consejeros electorales están tan entusiasmados con la organización del primer plebiscito de la historia, que se aferran a llevarlo a cabo en los tiempos que se marcan desde el Palacio de Gobierno, sin que les importe verse sumiso y hacerlo mal.
Al menos no se puede pensar otra cosa cuando en ese mismo micrositio exponen los documentos que muestran el sometimiento a las condiciones que se les impongan, así constituyan un impedimento para llevar a cabo el plebiscito.
Al ejecutivo le bastaron menos de 24 horas para, al día siguiente de que el CEEPAC estimó necesarios para la realización del plebiscito 55 millones 844 mil pesos, calcular con precisión que sólo se requieren 20 millones de pesos, en tanto que el Congreso del Estado tardó seis días para imponerle la opinión gubernamental al organismo electoral autónomo.
“Esta Soberanía considera factible proponer a este Consejo Estatal Electoral que el tope presupuestario para la realización de las actividades antes descritas, se logre ajustar al monto de $20, 000, 000.00 veinte millones de pesos”, señaló al CEEPAC Cinthia Verónica Segovia Colunga, presidenta de la directiva del Congreso, en un oficio del 11 de julio y entregado un día después.
Ante una reducción del 64.19 por ciento al presupuesto requerido, Paloma Blanco López, presidenta del CEEPAC, respondió de inmediato que el presupuesto propuesto se ajustó a las medidas de racionalización del gasto y advirtió:
“Este Consejo se avocó a analizar de inmediato dicha propuesta, concluyendo que las actividades planteadas inicialmente resultan imposibles de ejecutarse con un tope presupuestario de $20,000,000.00 (veinte millones de pesos)”.
Enseguida, “tomando en cuenta las consideraciones que expresa esa Soberanía respecto a promover la eficiencia de los recursos financieros, materiales y humanos y tomar medidas para racionalizar el gasto, en apego a los extremos de austeridad y disciplina presupuestaria” el Consejo estimó posible un recorte del 57.20 por ciento, a 23 millones 901 mil 624.31 pesos, pero no más.
“Es preciso señalar que en caso de que este ajuste sea sujeto de un segundo recorte, puede constituir un riesgo para llevar a cabo con eficiencia y certeza las actividades necesarias y pertinentes para la celebración del mecanismo de participación y la actividad de la compulsa de las credenciales solicitadas por ese Honorable Congreso”, advirtió el CEEPAC.
El miércoles 19 de julio, por la mañana el Congreso del Estado ignoró la advertencia de ese riesgo y aprobó un presupuesto para el plebiscito de 20 millones de pesos, en tanto que por la tarde el CEEPAC aprobó la convocatoria y el calendario para realizar lo que –con el presupuesto aprobado– ellos mismos calificaron prácticamente como una misión imposible.
Una reducción del 59.55 por ciento al presupuesto para materiales y suministros, como si instalar 151 mesas receptoras de opinión permitiera que no se imprimieran las boletas suficientes para permitir el voto de al menos las 667 mil 750 personas registradas en el Listado Nominal de Electores del INE, con corte al 23 de junio de 2023. ¿Van a imprimir menos de la mitad?
Se trata de uno de los aspectos sobre los que se informa en el micrositio. Otros tienen que ver con la descripción de lo que es un plebiscito y las actividades de organización como convocatoria para formar parte de las casillas eufemísticamente llamadas “mesas receptoras de opinión”, pero el tema sobre el que se convoca a tomar una decisión prácticamente está ausente.
¿Cuál es el tema que se consultará en el plebiscito?
El H. Congreso del Estado solicitó al CEEPAC que realice un plebiscito para que se consulte a la ciudadanía del municipio de San Luis Potosí y que ésta exprese su opinión, afirmativa o negativa, sobre la solicitud que promueve otorgar la categoría de municipio al centro de población que se conoce como Delegación de Villa de Pozos, San Luis Potosí.
Es toda la información que presentan sobre el tema específico del plebiscito, acompañada de un mapa con el polígono propuesto para el nuevo municipio. ¿Es todo lo que necesita saber el ciudadano para emitir un voto razonado y de calidad?
¿No hay otros detalles que deba conocer? Por ejemplo, ¿cómo es que la delegación de Villa de Pozos creció territorialmente entre 2002 y 2023? ¿Cuál fue la intención de incorporar esos territorios adicionales? Si en algo tan elemental como en la delimitación del polígono surgen dudas, ¿en cuantos otros aspectos se deben explicaciones que deba conocer el ciudadano que va a decidir?
La omisión de los consejeros para garantizar la certeza en el primer ejercicio de plebiscito va desde determinaciones de dudosa legalidad y el vacío de información con que se pide una opinión a ciegas, hasta las dudas sobre la posibilidad de que materialmente se pueda llevar a cabo. Pero el 24 de septiembre orgullosamente habrá plebiscito… así sea todo mal hecho.