Estela Ambriz Delgado
En conmemoración del Día Internacional de los Pueblos y Comunidades Indígenas, integrantes de las comunidades mazahua, mixteca baja y otomí clausuraron simbólicamente las instalaciones de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) y del Instituto de Desarrollo Humano y Social de los Pueblos y Comunidades Indígenas (Indepi), por la falta de atención a este sector de la población.
Un grupo de aproximadamente 200 personas indígenas se manifestaron afuera de las instalaciones de la CEDH, bloquearon el tránsito de la calle Mariano Otero hacia Blas Escontría y clausuraron la entrada al edificio, a la espera de que se presentara la presidenta, Giovanna Itzel Argüelles Moreno, lo que no sucedió.
Entre sus demandas destacan las políticas públicas específicas que incluyan a los pueblos y comunidades indígenas en el estado, así como la presencia de traductores, tanto a nivel estatal como municipal, pues aún sufren discriminación y violaciones a sus derechos humanos.
“Nos sentimos vulnerables ante los abusos, la discriminación, y claramente se ve y se siente que no hay políticas públicas específicas que incluyan a los pueblos y comunidades indígenas en el estado de San Luis Potosí, ni mucho menos ha existido un diálogo claro y directo con los gobiernos locales, y que el Congreso del Estado no tiene claro sus funciones y solo ha contribuido a las violaciones a nuestros derechos humanos”.
En este sentido, Narciso Mendoza López hizo mención de que han buscado en varias ocasiones tener diálogo con el gobernador Ricardo Gallardo Cardona, sin obtener alguna respuesta.
“Desde que empezó el gobierno de Ricardo Gallardo hemos solicitado una y otra, y otra vez un diálogo con él o con el secretario general, y no nos han atendido. También hemos solicitado el Ayuntamiento, y ahí es donde por lo menos hemos tenido diálogo con el Municipio”.
Mendoza López informó que la comunidad mazahua, mixteca baja y otomí suman alrededor de 2 mil personas, quienes están asentadas desde hace 35 años en la capital del estado y reconocidos como comunidad indígena.
Sin embargo, se enfrentan a la falta de traductores, políticas públicas que les favorezcan, además de que no cuentan con servicios como agua, drenaje o alumbrado público.
“No tenemos agua, no tenemos luz, no tenemos drenaje, ni atención específica. Vamos a una oficina y ¿quién nos va a atender si hablamos una lengua? No tenemos nada, hay mucha población indígena aquí en la capital, por eso merecemos un mínimo atención”.
Posteriormente, los manifestantes marcharon sobre avenida Carranza hacia Palacio Municipal, donde nuevamente solicitaron el diálogo sin obtener respuesta, hasta continuaron con las oficinas del Indepi, ubicado en la calle de Francisco I. Madero, y procedieron a la clausura simbólica del inmueble, donde tampoco fueron atendidos.