Por Leonel Serrato
La historia potosina está llena de escándalos de corrupción, lamentablemente todos impunes. Grandes fortunas se han construido sobre la base de engañar a otros, de abusar de los más débiles, y desde luego de hurtar el dinero público.
La colusión entre privados y funcionarios gubernamentales es de larga data, y al denunciarles ciertamente no se descubre el hilo negro, pero por lo menos se deja evidencia de lo nocivo que resulta la asociación entre el dinero y el poder, porque en lo primero que se ponen de acuerdo es en cómo usufructuar el tesoro de la ciudadanía.
La realización de obras públicas es una de las maneras más socorridas, y ha sido de tal modo irregular y opaca la manera en que se hacen desde tiempos inmemoriales que se ha acuñado un dicho popular que explica cabalmente lo que pasa, dicen que cuando se hace obra, sobra.
Y sí, durante toda la vida, la administración pública ha sido más bien la manera en que acceden muchas personas deshonestas a grandes riquezas, que de otro modo nunca tendrían.
Hay de todo, desde el vulgar robo y disposición de dinero público mediante las más elementales urdimbres, hasta elaboradas ejecuciones de ingeniería financiera, unas han salido rápido y sin más trámites, y otras se han quedado en el camino.
Desde luego que no pasaré por enumerar la larguísima lista de latrocinios, ni tampoco a las buenas familias que durante décadas se han enriquecido al ejecutar obras públicas innecesarias, o de mala calidad, pero cobrándolas como indispensables y excelentes.
Por ahora baste abordar el espinoso asunto del puente El Cascabel, ubicado en el acceso a Ciudad Valles desde Rioverde.
Esa obra, sin lugar a dudas indispensable para afirmar el desarrollo de la capital huasteca, fue construido en el sexenio de Su Alteza Serenísima Marcelo Santos, a quien seguramente Usted recuerde como el Inmarcesible o el Hombre de la dentadura perfecta, y estuvo a cargo de una constructora capitalina, Desarrollos y Construcciones Stevens, Sociedad Anónima de Capital Variable.
La constructora es propiedad de la familia del próspero empresario y hoy día Secretario de Desarrollo Urbano, Vivienda y Obras Públicas del Gobierno del Estado de San Luis Potosí, Leopoldo Stevens Amaro, aunque él ha afirmado que no es de él, sino de su hijo.
Como dijera el clásico, “haiga sido como haiga sido”, la referida constructora ejecutó la obra, y con tan mala fortuna –o impericia– que el puente sufrió varios desperfectos hasta que finalmente colapsó el año pasado, de hecho estamos a poco tiempo de que cumpla un año de que el puente permanece derruido.
Desde luego que las garantías que la constructora comprometió, y las que le obliga la ley, hace tiempo que vencieron, y si bien presentó defectos y luego desperfectos desde que estaban vigentes, nada se hizo en tiempo para que la referida empresa respondiera por la mala calidad de la obra.
Hoy, sin puente, la sociedad civil de Ciudad Valles está francamente irritada, porque no sólo nada se ha hecho para reparar la infraestructura vial, sino que además no parece haber voluntad del gobierno estatal para demandar a los responsables por los vicios ocultos de la obra.
La ciudadanía ha reclamado en todos los tonos, y al reclamo se han subido incluso los políticos, como por ejemplo la diputada local por ese distrito, o el mismo Presidente Municipal vállense, Jorge Terán Juárez, todo con infructuosos resultados.
Recientemente, y como resultado del anuncio que hizo el Titular del Poder Ejecutivo del Estado de que habrían recuperado los terrenos que fueron de la Ford en su fallida inversión, así como la cantidad de 65 millones de dólares, presuntamente pagados por la empresa trasnacional como indemnización al Estado, los reclamos ciudadanos han pasado a los hechos, puesto que no se contempla ni remotamente destinar parte de ese dinero extra en la reconstrucción del paso vehicular elevado.
El Gobernador ha dicho que pagará pasivos gubernamentales con el dinero, entre ellos el adeudo que se tiene con el fondo de retiro de los maestros, así como a concluir las obras que faltan en torno al terreno devuelto por la empresa automotriz, y un remanente a construir un nuevo paso a desnivel en el distribuidor Benito Juárez de la capital.
Como bien percibieron los vallenses, y huastecos en general, ni medio centavo se consideró para dar una completa reparación, literalmente reconstrucción, al puente El cascabel.
El sentimiento de abandono que justamente siente la gente en la Puerta Grande de la Huasteca ha arreciado las críticas en redes sociales, grupos cívicos, asociaciones de comerciantes y empresarios, e incluso les ha puesto en acción.
Según lo dieron a conocer en el informativo sabatino de EmsaValles, un grupo de personas sin filiación partidista organiza el llevar a cabo una serie de actos conmemorativos a unos días de cumplir un año el abandono de la obra colapsada; la gente ha decidido convocar a lo que bien llaman “cascabeltón”, es decir una especie de Teletón, pero con fines transparentes de recaudación de fondos y materiales para que la propia ciudadanía proceda a la intervención del daño y procurar su reparación para que sea útil, dado que como está no sólo genera una vialidad tormentosa, sino que además es una fea señal de abulia la que da a los visitantes de negocios y turísticos en esta importante urbe.
Que la ciudadanía irritada empiece a tomar cartas en el asunto, no sólo para la reparación de la vía, sino para que se investigue y castigue a los responsables de la obra, y a los funcionarios públicos implicados en recibirla sin haber hecho las probanzas mínimas a la calidad con que se ejecutó por la Constructora Stevens.
Obviamente resulta sospechosa la conducta omisa del gobierno estatal, y eso ha provocado que se eleven voces de todos los ámbitos económicos, políticos, sociales y hasta religiosos.
¿Por qué tendrá ese estilo reactivo el gobierno estatal? Evidentemente que si no se trata de un fraude y el posterior tráfico de influencias, como sea ese puente deber ser rehabilitado cuanto antes.
Que no nos extrañe que la inconformidad crezca, y que de pasó a una mayor irritación, en el cabildo vállense ya se oyen voces que piden que el Ayuntamiento de Ciudad Valles presente denuncias en contra de quién o quienes resulten responsables, otra tormenta que viene, y el gobierno, no ve, no oye, y no atiende.
Temario
Fuero, nombramientos de importantes funcionarios, aprobación de leyes esenciales para el combate a la corrupción, y la cuenta habida de incumplir los compromisos que la AV le firmó a unas personas el día 29 de junio del año en curso, esos temas serán los de esta semana, y desde luego, el gatopardismo legislativo ante la mirada estupefacta de quienes les dieron chance de seguir mintiendo y engañando a la sociedad potosina.
Leonel Serrato Sánchez
unpuebloquieto@gmail.com