Ciudad de México (17 de agosto de 2016).- Todos sabemos que los girasoles siguen al sol a través del cielo, cambiando sus flores de este a oeste a medida que avanza el día. Pero un equipo de científicos finalmente ha sido capaz de averiguar exactamente cómo sucede esto.
Resulta que los cambios de la flor son causados por un ritmo circadiano interno, o el reloj del cuerpo, y este cambio en la posición diaria no sólo mejora tamaño de las hojas de las flores, ¡también los hace más atractivos para las abejas!
“Es el primer ejemplo de un reloj en una planta modular y su crecimiento en un entorno natural, que tiene repercusiones reales de la planta”, explicó Stacey Harmer, de la Universidad de California.
Entonces, ¿qué es lo que las plantas se muevan? Harmer explicó que la planta crece de manera diferente a lo normal produciendo un ciclo diario que dura 24 horas. Todo este movimiento tiene grandes beneficios para las plantas. A lo largo de sus experimentos, el equipo demostró que las flores que están lejos del Sol tienen hojas 10 veces más pequeñas.
Y las plantas que se habían vuelto de cara al oeste en el inicio de la jornada recibieron cinco veces más abejas y otros insectos que aquellas que apuntan hacia el este, lo que sugiere que hay una ventaja evolutiva de las plantas persiguiendo el sol.
A continuación podrás observar cómo cambia la temperatura de girasoles a lo largo del día, el rojo indica las temperaturas más cálidas:
Todo esto puede sonar muy obvio para los jardineros que han estado viendo sus girasoles cambiar a lo largo del día durante años, pero es la primera vez que los científicos han sido capaces de vincular la expresión génica con el comportamiento de una planta en el campo.
Lo que demuestra que los ritmos circadianos pueden ayudar a las plantas a crecer ha sido uno de los “santos griales” de este campo de investigación.
Fuente: Muy Interesante.