Fernanda Durán
Este lunes 19 de septiembre se registró un sismo con magnitud de 7.4 grados , el cual coincidió con el aniversario de 37 años del terremoto de 8.1 grados de 1985, y a cinco años del sismo de magnitud 7.1 en 2017, los más letales en la historia de México.
Una hora antes del terremoto, las alarmas sísmicas sonaron en los 3 mil 860 altavoces de la Ciudad de México, de acuerdo con la titular de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), Laura Velázquez Alzúa, para llevar a cabo el simulacro que anualmente se realiza; a la par se mantuvo el protocolo a seguir en las ciudades que cuentan con alarma sísmica.
La coordinadora señaló, durante la conferencia matutina de este lunes, que a pesar de no poder predecir un sismo, “podemos actuar de manera preventiva”.
Las entidades donde se llevó a cabo el simulacro fueron el Estado de México, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Morelos, Tlaxcala, Michoacán y Chiapas.
Posterior al simulacro, alrededor de las 13:00 horas de este 19 de septiembre de 2022, el Sismológico Nacional reportó un sismo con magnitud de 7.4 grados al sur de Coalcomán, Michoacán, el cual fue percibido a menor escala en San Luis Potosí.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, aseguraron que no se reportaron heridos ni daños estructurales en los edificios de la Ciudad de México, la entidad en donde el temblor fue percibido en mayor medida.
El sismo del 19 de septiembre de 2017 tuvo una magnitud de 7.1 grados con epicentro entre Puebla y Morelos, y dejó cerca de 370 muertos, 228 de ellos en la Ciudad de México; mientras que el de 1985 fue un terremoto con gran impacto en México debido a su magnitud de 8.1 grados, con epicentro en Michoacán, que dejó más de 10 mil muertos, en la mayor parte en la capital.
De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el sismo de 2017 fue más fuerte en la Ciudad de México debido al epicentro, lo cual generó sacudidas más violentas.
En el sismo de hace cinco años se reflejó la corrupción y negligencia en la industria de la construcción en la Ciudad de México, donde las constructoras que incumplían reglamentos de construcción presentaron documentación falsa y edificaron con materiales menos costosos e inadecuados.
Después del sismo en 1985 se establecieron nuevos reglamentos para que las construcciones resistan movimientos telúricos mayores a magnitud ocho, al utilizar materiales más ligeros. Sin embargo, muchas de las construcciones que colapsaron en 2017 eran relativamente nuevas, por lo que no tomaron en cuenta las condiciones del suelo o también se incumplieron reglamentos.
Uno de los casos que caracterizaron esta rama de corrupción fue el derrumbe del colegio Enrique Rébsamen en el que 26 personas, entre ellas 19 niños, murieron, causado por la ampliación fuera de la ley del departamento de la directora y dueña del colegio.
Aunque los padres de familia llevan un lustro en busca de justicia para que castiguen a todos los responsables, como servidores públicos de la alcaldía Tlalpan que encabezó Claudia Sheinbaum, las autoridades solo han detenido y sentenciado a la directora del colegio, Mónica García, así como del director de obras, Juan Apolillar.
Las familias aseguran que existe justicia selectiva, puesto que aún hay ex servidores públicos que han quedado impunes.