Abelardo Medellín Pérez
La municipalización de Villa de Pozos es un insensato y desafortunado capricho del gobernador Ricardo Gallardo Cardona, un intento de sacar rajada política del pastel capitalino y obtener beneficios electorales en un territorio que le ha resultado inconquistable, pero también revela que, en la política del ego-gallardo, la imagen se impone por encima de la estrategia.
Las cifras de las dos últimas elecciones locales y el doble triunfo alcanzado por el alcalde capitalino Enrique Galindo Ceballos, muestran que la Gallardía no terminó de cuajar en la capital; y las cifras auguran que esto no va a cuajar pronto.
Mientras que en las cuatro regiones del estado han acontecido fenómenos muy volátiles y cambios en la balanza de poder donde el Partido Verde Ecologista de México ha salido beneficiado, en la capital (y algunos otros municipios como Matehuala) la tendencia sigue siendo defender la trinchera que no ha trastocado el gobernador y sus huestes.
Algo tan evidente como la resistencia de la capital a ceder al PVEM, no pasa desapercibido para el gobernador, y ante la obviedad de su fracaso por obtener el centro de población más grande del estado, Gallardo Cardona se ha visto en la necesidad de limitar sus aspiraciones y capar parcialmente su movimiento.
Gallardo veía venir la derrota de cualquier candidato que se enfrentara en las urnas contra Galindo Ceballos y ante tan mal augurio, comenzó a explotar las aspiraciones que desde hace más de 30 años han tenido los poceños. Se presentó a sí mismo como el gran promotor de la municipalización cuando en realidad era la única manera de poner la bandera de su partido en territorio conurbado del ayuntamiento de la capital.
Al gobernador parece no importarle que la municipalización de Pozos solo dificulte aún más un futuro triunfo del PVEM en el ayuntamiento de San Luis Potosí.
Los datos no mienten. En la elección local de este 2024, Galindo Ceballos ganó con el 47.03 por ciento de la votación emitida por los capitalinos, mientras que Sonia Mendoza Díaz (candidata del Verde y aliados) quedó en segundo lugar al haber concentrado el 39.93 por ciento de la votación, esto es una diferencia de 7.1 puntos porcentuales.
Ahora bien, Pozos es un bastión del PVEM, los datos desde el 2021 lo demuestran, pero si quieres ganar una demarcación, no le restas el territorio donde ya estás consolidados; y pese a que la lógica es así de intuitiva, el gobernador hizo justo lo que no debía.
Si a la votación emitida en el 2024 por el ayuntamiento de la capital le restáramos los votos emitidos en Villa de Pozos, Galindo Ceballos habría obtenido un 49.22 por ciento de la votación (2.19 puntos porcentuales más); mientras que Sonia Mendoza habría obtenido 37.87 por ciento de la votación (es decir 2.06 por ciento menos).
Con los votos de Pozos fuera de la elección por la capital, la diferencia entre el Galindo y Sonia hubiera sido de 11.35 puntos porcentuales, y así de fácil, la coalición le sacaría una ventaja de más de 10 puntos a cualquier candidato que el gobernador promoviera para el municipio de San Luis Potosí.
De haberse aprobado la municipalización de Villa de Pozos en 2023 como se pretendía, el Verde habría colocado fácilmente un alcalde en dicha demarcación este año, pero habría perdido con aún mayor diferencia la capital; y probablemente eso sea lo que le espera al PVEM para el 2027.
El descalabro podría ser peor de lo que se imagina el Partido Verde y su benefactor de palacio, porque si en 2021 (con el fenómeno Gallardo) y en 2024 (con la intromisión ilegal del gobierno) perdieron la capital, ¿qué le espera a la candidatura del PVEM en un 2027 donde tendrán que cargar a cuestas con potenciales candidatos grises como lo son Ruth González Silva, Ignacio Segura Morquecho o Guadalupe Torres Sánchez?
Gallardo Cardona, por segunda ocasión, perdió la oportunidad de (igual que su padre) convertir la capital en la caja chica de sus más personalistas y caprichosas ambiciones; ante ellos, decidió resignar sus intereses y limitarse al gusto de poder decir: “gobernamos un municipio más”.
Un alcalde más, uno menos; en el discurso público, echarte al bolsillo un alcalde trasciende poco en comparación con lo escandaloso de saber, que el movimiento político con la mayor cobertura a nivel estado, no logró llegar al palacio municipal capitalino justo en su supuesto apogeo.
Entonces la municipalización de Pozos ahora también es un premio de consolación anticipado que le costará políticamente al Verde, pero ¿qué más dan las consecuencias mientras sirva para que el gobernador presuma un diminuto logro por cinco minutos?
Así es esto, Gallardo Cardona prefiere lesionar políticamente a su propio grupo antes de aceptar sus limitaciones. Esto no es supervivencia política, son los tristes desvaríos de un movimiento al que le urge disimular sus derrotas.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestrando en Estudios sobre la Democracia y Procesos Electorales en el posgrado de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha trabajado como reportero y columnista en los medios digitales La Orquesta y Arco Informativo; actualmente es reportero de Astrolabio Diario Digital. Ha sido acreedor de dos premios estatales de periodismo en las categorías de Artículo de Fondo y Periodismo Regional.