Estela Ambriz Delgado
El Saucito es una zona de la capital que pese a contar con un importante patrimonio histórico y cultural, se encuentra relegada, presenta desorden y descuido, además de un grave problema de tráfico debido a una importante sobrecarga vehicular y la falta de lugares de estacionamiento, por lo que a través de una iniciativa ciudadana sus habitantes proponen soluciones a las autoridades.
Integrantes de la organización Saucito Unido presentaron a vecinos un anteproyecto de imagen urbana, cuyo principal objetivo es dotar de un espacio digno y ordenado, acceso democrático a servicios de calidad, mejora del entorno urbano y los accesos viales, el cual fue elaborado como contrapropuesta al paso a desnivel que el Ayuntamiento de San Luis Potosí pretendía hacer a un costado del Templo del Señor de Burgos.
En la reunión, los integrantes de Saucito Unido reiteraron que su labor está encaminada a salvaguardar sus tradiciones, sus monumentos históricos como la iglesia, ermita y panteón, así como el patrimonio cultural material e inmaterial, por lo que se han opuesto a cualquier obra que los vulnere, y responden a las necesidades de su entorno con una propuesta que conjunta la tradición con el espacio público de manera congruente.
La arquitecta María del Carmen Ramírez Ramos expuso que el proyecto nace de una preocupación por un entorno en el que se observa desorden, desinterés, y abandono de las autoridades, y por ello es que se busca un acceso democrático a servicios de calidad y mejora del entorno urbano, a través de diseños que resalten los valores culturales y fortalezcan el sentido de pertenencia.
Asimismo, la propuesta considera los principios urbanísticos de calle completa y pirámide de movilidad, en la que se privilegia a personas con discapacidad y movilidad limitada; en segundo lugar, a los peatones, así como personas ciclistas y usuarias de vehículos no motorizados.
Incluye también la reorganización y dignificación del espacio alrededor del templo, tanto para el comercio como para los peatones, así como el rescate de elementos de la arquitectura original de la zona que aún prevalecen dentro del caos que hay en las fachadas de establecimientos y casas, además de la consolidación de la vía procesional con elementos que la señalen.
De igual forma, se contempla la regulación de alturas, paleta cromática, homologación de herrería y carpintería en puertas y ventanas, mejoramiento de banquetas, presencia de árboles, zonas de cruce peatonal plenamente identificadas, con el objetivo de que esto se replique a todo lo largo y ancho de Fray Diego de la Magdalena, así como en sus calles adyacentes.
“Realmente tenemos derecho a la democratización de estos espacios públicos, no porque seamos de El Saucito tenemos que estar olvidados. Podemos tener la ciudad y el barrio que queremos, la cosa es proponérnoslo y estar insistiendo a las autoridades para que se logre”, expresó la exponente.
Respecto al problema del tráfico vehicular, Ramírez Ramos dijo que es necesario indicar a las autoridades desde su visión como habitantes, dónde y cómo se originan los problemas viales y cuál pudiera ser la solución, a fin de establecer una propuesta real sin vulnerar su derecho a la ciudad.
En este sentido, consideró que es necesario reducir la carga vehicular, pues ya se ha hecho un análisis en conjunto con las autoridades, y Fray Diego de la Magdalena tiene un tránsito constante de transporte público, privado, de personal, vagonetas, vehículos de red metro, entre otros, por lo que proponen el uso de calles alternas, así como la reubicación de terminales de autobuses foráneos.
En cuanto a la falta de lugares de estacionamiento, algunos de los asistentes a la reunión consideraron que se podría hacer uso de espacios abandonados, como un predio junto a la Secretaría del Bienestar que podría ser arrendado a la Universidad Tangamanga, pues al no contar con estacionamiento, los estudiantes acaparan las vialidades.
