Por Victoriano Martínez
Ni la presunta cercanía con la Cuarta Transformación, ni la ventaja del apoyo del grupo parlamentario del PVEM, se vieron reflejados en los recursos federales que recibirá en 2022 el Estado de San Luis Potosí.
El 4 de noviembre, el gobernador Gallardo Cardona informó de una reunión con los diputados federales Erasmo González Robledo, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, e Ignacio Mier Velasco, Coordinador Parlamentario del partido Morena, a través de un comunicado que incluyó una fotografía de los legisladores de la bancada del PVEM.
“El Gobernador del Estado José Ricardo Gallardo Cardona, presentó ante la Cámara de Diputados la necesidad de que San Luis Potosí obtenga un incremento en las participaciones federales del 7 u 8 por ciento, con lo cual lograría cerca de 5 mil millones de pesos más de presupuesto para el próximo año”, se afirma en el boletín.
De acuerdo con la tabla sobre el incremento que recibirá San Luis Potosí de recursos federales para 2022, serán 2 mil 631.9 millones de pesos más, una cifra muy por debajo de la que se fue a gestionar ante los legisladores federales.
Cuando en septiembre el gobierno federal presentó su propuesta de presupuesto de egresos para 2022, el panorama era incluso más favorable para el Estado.
El incremento que el proyecto contemplaba para San Luis Potosí era de 3 mil 172.8 millones de pesos, de acuerdo con el análisis elaborado por el Senado de la República denominado “Análisis de los Recursos Federales Identificados para las Entidades Federativas en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2022”.
Si se comparan ambos documentos, entre septiembre y la semana pasada, cuando quedó aprobado el presupuesto, algo pasó con los recursos correspondientes al “Ramo 33 Aportaciones Federales”, que de contemplar 21 mil 880.8 millones de pesos, quedó reducido a 21 mil 339.9 millones de pesos.
Lejos de que aquella reunión del 4 de noviembre, con la que se esperaba lograr un incremento en el presupuesto de entre el 7 y el 8 por ciento (que ya estaba en la propuesta con un 7.35 por ciento), el resultado fue una reducción de 540.9 millones de pesos, con lo que el aumento del presupuesto federal para el próximo año bajó a un 6.1 por ciento.
Una definición presupuestal para 2022 que queda muy lejos de lo necesario para hacer frente al cumplimiento de las promesas de campaña y las expectativas generadas en los primeros cien días de gobierno.
El contraste entre los arranques de obras, las licencias de conducir gratuitas y el reparto de becas alimentarias y puesta en marcha del programa de tortillas subsidiadas contra los adeudos que se tienen con el magisterio de las telesecundarias sólo son una muestra de los malabares que tendrá que hacer el gobierno de Gallardo Cardona en 2022 sin el aumento presupuestal esperado.
Peor aún: a los 540.9 millones de pesos que se le redujeron a lo ya propuesto en el Ramo 33 habrá que reducirle en los ingresos propios del gobierno estatal los efectos que tendrán las licencias y las placas gratuitas, cuyas iniciativas se presentaron sin los estudios de impacto presupuestal, pero de que habrán de tenerlo, lo tendrán.