Ciudad de México (13 de agosto de 2016).- El Gobierno de Nicaragua protestó por la actitud “injerencista” de México, en una airada respuesta a declaraciones del embajador mexicano ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Alfonso De Alba.
En sus habituales declaraciones diarias a medios oficiales, la primera dama Rosario Murillo aludió a lo ocurrido este jueves en la sesión del Consejo Permanente de la OEA, cuando De Alba criticó la reciente destitución de 28 diputados opositores nicaragüenses.
“Es inconcebible que se exprese preocupación por situaciones internas de países como Venezuela y Nicaragua, cuando México presenta una situación interna que todo el mundo ha caracterizado como caótica (…) por violaciones continuas a los derechos humanos”, afirmó Murillo.
En la sesión celebrada en Washington, el diplomático mexicano comentó que la destitución de los parlamentarios opositores al Gobierno de Daniel Ortega vienen a “debilitar y prácticamente neutralizar a la oposición, en un momento en el que el país está inmerso en un proceso electoral muy importante”.
Murillo dijo que le sorprendía que un funcionario mexicano se refiriera a asuntos internos de Nicaragua, cuando aquel país enfrenta situaciones como “la desaparición de decenas de miles de personas (y) los 43 estudiantes de Ayotzinapa que todavía no aparecen”.
Agregó que fueron “intervenciones desafortunadas, catalogadas también dentro de nuestra representación como intervenciones serviles, serviles a los intereses del imperio, en el caso de la intervención principal, la intervención del embajador de México”.
Rosario Murillo replicó que “si México está preocupado por situaciones internas que se producen en Nicaragua, también a Nicaragua le preocupa, a como dice Amnistía Internacional, que en México persista la impunidad por violaciones graves de derechos humanos como la tortura, los tratos perversos e inhumanos degradantes, las desapariciones forzadas y las ejecuciones extrajudiciales”.
Según Murillo, el embajador nicaragüense en la OEA, Luis Alvarado, le dejó claro a su colega mexicano que Nicaragua se rige por sus leyes y su Constitución y respeta las leyes y las constituciones de otros países. “No tenemos declaraciones injerencistas ni intervencionistas, y tampoco servimos de caja de resonancia a intereses imperiales”, añadió la primera dama y vocera oficial.
“Primero se ordena la casa y después se va a ver el vecindario. No tirar piedras cuando tienes tejados de vidrio”, declaró Alvarado ante los cuestionamientos del representante mexicano en la OEA.
Fuente: Sin Embargo.