Por: Eduardo Delgado
El último día del año pasado, tres meses después de que Juan Manuel Carreras López rindió protesta como Gobernador, policías estatales golpearon a un indígena en el municipio de Xilitla y prácticamente lo lanzaron a un barranco de unos 12 metros de profundidad, caída que le produjo la muerte, confirmó la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) en su recomendación 13/2016, girada este martes al Secretario de Seguridad Pública del Estado, Arturo Gutiérrez García.
El incidente ocurrió la noche del 31 de diciembre de 2015 en la comunidad “La Escalera”, localizada a unos 8 kilómetros de la cabecera municipal. La esposa de la víctima refirió que aquel día su esposo regreso a casa en su camioneta, acompañado de un conocido y la estacionó frente a su vivienda.
Seguidos, añadió, por una patrulla de la Dirección General de Seguridad Pública del Estado, de la cual bajaron dos agentes a golpear, a patadas y puñetazos, a su cónyuge. En vano les pidió a los servidores públicos que dejaran de maltratar a su marido.
Repentinamente, la víctima cayó a un barranco, localizado a un costado de su vivienda, momento en el que los policías se retiraron y les dijeron a los familiares: “Ahí les encargamos que los saquen”.
El acompañante, que declaró como testigo, expuso que ese día, durante el trayecto de vuelta a la comunidad “La Escalera”, los agentes le pidieron a la víctima que se detuviera, pero no se detuvo porque consideró no haber cometido ninguna falta.
Los agentes lo siguieron hasta su domicilio, donde uno de los agentes arremetió a golpes contra el conductor antes de que este se apeara. Lo bajaron a la fuerza y prácticamente lo lanzaron al vacío de una pendiente vertical.
El primero de enero de este año, luego de que la víctima fue sepultada, la Comisión Estatal de Derechos Humanos recibió escrito firmado por autoridades comunitarias de la comunidad “La Escalera”, así como por 158 personas más, que le solicitaron a ese organismo investigar los hechos.
Las versiones de los policías, recabadas por la CEDH, acerca de la razón por la que siguieron a su víctima hasta su domicilio resultaron incongruentes, porque uno adujo que al conducir invadió el carril contrario con las luces apagadas y el otro únicamente refirió que manejaba en sentido contrario.
Coincidieron que cuando el hombre bajo de su camioneta cayó solo, que al salir la esposa “se fue corriendo entre el monte” y que enseguida ellos procedieron a retirarse.
La Policía Ministerial reportó que el hombre fue hallado muerto en el fondo del precipicio, con múltiples lesiones. Entre ellas la más grave: Traumatismo cráneo encefálico severo.
En su recomendación la comisión condenó que además del abuso policiaco los agentes abandonaron a la víctima, a pesar de que sabían que cayó a un barranco. “No prestaron auxilio para su rescate”, lo que constituye una falta de protocolo en su actuación.
