Por: Antonio González Vázquez.
Era imposible esperar que el proceso electoral 2015 fuera tranquilo, pacífico o civilizado. Si San Luis Potosí tiene un recuento de crímenes espeluznante durante el actual sexenio, sería ilusorio creer que los comicios pasarían limpios, sin teñirse de sangre o, en su caso, de que la sombra judicial los haya opacado.
Durante el proceso en curso en el país, suman siete muertes, dos de las cuales las aporta San Luis Potosí.
El pasado 20 de febrero está fue la noticia:
Cecilia Izguirre Camargo, presidente del Comité Municipal del Partido Revolucionario Institucional en el municipio de Lagunillas en la región Media de la entidad, fue ejecutada en un camino de la comunidad de Pinihuán en donde tenía su domicilio.
La dirigente del tricolor en ese municipio además se desempeñaba como Coordinadora de Desarrollo Social del ayuntamiento de Lagunillas. Es además, suegra de Guadalupe Castillo Olvera, actual candidato del PRI a esa presidencia municipal.
De acuerdo con los primeros reportes de la autoridad ministerial, Izaguirre Camargo viajaba en su camioneta tipo pick up de color arena con placas TG-4772S y se dirigía a la cabecera municipal cuando al parecer un grupo armado rafagueó la unidad.
El cuatro de abril, esta fue la noticia:
La Policía Ministerial reportó el hallazgo de un cuerpo decapitado en el lecho del río Moctezuma en la localidad de Las Mesas del municipio de Tampacán. Las autoridades lo reportaron como no identificado. Sin embargo, la dirigencia estatal del PAN, aseguró que de acuerdo con testimonios de panistas del municipio de Tampacán, se trata de los restos de Alfonso Ordaz Mendioza, desaparecido desde el pasado cinco de abril.
En rueda de prensa, Héctor Mendizábal Pérez, presidente del Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional dijo que de acuerdo con testimonios de compañeros del partido en Matlapa, se tiene la seguridad que el cuerpo localizado es el de Ordaz Mendioza.
El dirigente del PAN lamentó los hechos de inseguridad y la falta de garantías de seguridad tras darse a conocer que según información de compañeros panistas, fue encontrado el cadáver de Alfonso Ordaz, operador político de la zona tras haber desaparecido hace una semana.
Puntualizó que la información con la que se cuenta hasta el momento es la proporcionada por los compañeros panistas quienes indican que este suceso tiene tintes políticos y está relacionado con el partido en el poder que tradicionalmente ha tenido está forma de actuar.
Indicó que llama la atención los hechos de violencia sucedidos en la huasteca, pues además existen situaciones de acoso que están siendo ejercidas por parte del PRI-Gobierno.
Pareciera que esos hechos ya quedaron en el olvido. El PRI y el PAN que en su momento se mostraron indignados y clamaron por justicia ya apenas si tienen en cuenta esos hechos y olvidaron reclamarle al gobernador Toranzo por esas ejecuciones.
El caso es que hay focos rojos por el alto riesgo que se corre para el día de las elecciones, especialmente en municipios como Aquismón, Tampacán, Tancanhuitz, Tamazunchale, Axtla de Terrazas, Coxcatlán y Tanquián. De hecho, los veinte municipios de la Huasteca son tierra caliente.
Pero no queda ahí, en la capital del estado y Soledad de Graciano Sánchez no está el paraíso y durante varios eventos de campaña en colonias ubicadas en la zona metropolitana se han presentado agresiones, amenazas y hostigamientos. Candidatos y dirigencias del PRI, PAN y MC han acusado al Partido de la Revolución Democrática de ejercer acciones violentas mediante el uso de pandilleros y policías vestidos de civil.
Esto es tan preocupante como los casos de ejecuciones en Lagunillas y Tampacán, pero inexplicablemente las autoridades electorales y de procuración de justicia poco han hecho para dar garantía de seguridad a candidatos y ciudadanos.
Solo un dato para documentar esa omisión del gobierno que pudiera traer consecuencias graves: el 65 por ciento de los homicidios dolosos en San Luis Potosí se cometen en la zona metropolitana de la capital y Soledad.
Lo deseable es que la Secretaría de Seguridad Pública, la Procuraduría General de Justicia y de manera especial, la Secretaría de la Defensa y la Policía Federal abran bien los ojos, no vaya a ser que en esa zona las cosas se enturbien más de lo que ya parecen estar.