Abelardo Medellín
Los compromisos, prioridades y acciones del actual gobierno de San Luis Potosí, se cruzan y se entrelazan, no por el deber público o la búsqueda del bienestar social, sino por un tufo indeleble a la podredumbre del incumplimiento, la trivialidad insultante y las simulaciones más obscenas.
En el gobierno de la mala praxis política (que algunos llaman Gallardía), cualquier actividad, programa u obra de gobierno sirve para ilustrar la trenza de tragedias que se deja ver, cada que el gobernador promete algo y luego se enfrenta con la realidad de tener que cumplirlo.
Pensemos por ejemplo en el caso de los maestros de Telesecundaria a quienes el gobierno les extendió un parche temporal de recursos que, sin ningún tipo de compromiso legal o atención inmediata a otras problemáticas, la administración utilizó para extinguir el riesgo de un paro educativo en todos los niveles. Tan escaso era el interés de palacio por atender a los maestros, que el gobernador no se pudo parar ni una sola vez a la hora de tratar con los profesores, y prefirió mandar a alguien infinitamente menos empático con los maestros: el secretario de Educación, Juan Carlos Torres Cedillo.
Podríamos recordar también fiascos como los de las obras para la construcción del estacionamiento y techado de canchas de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, proyecto que, el 12 de abril del 2024, el gobernador arrancó con una inversión de más de 32 millones de pesos y la siguiente promesa en redes: “Nada de rollos, aquí sí trabajamos para ustedes. ¡Seguimos adelante por un futuro chido para todos!”. Tan chido que la promesa no se cumplió.
Vemos por igual secuelas de tragedias pasadas, como lo es el puente superior vehicular Periférico-Carretera Rioverde que comenzó a edificar gobierno del Estado el pasado lunes 10 de marzo de este año; el banderazo dio inició a las obras para este gigantesco puente que, nos venimos a enterar un mes después, arrancó sin tener contrato, licitación pública, ni empresa encargada. Tal es la pantomima, que al gobierno no le importa que esta forma irregular de comenzar una obra, sea la misma con la que arrancó el monumento a la opacidad y la negligencia que es la Arena Potosí; pareciera como si el sello de la administración fuera empezar a construir cuando el gobernador lo dice y no cuando la norma lo permite.
Todos estos casos, distintos entre sí, comparten los tres nefastos actos aquí abordados, el modus operandi Pollus de prometer, errar y simular.
Los profesores legítimamente y cansado de las prórrogas, tomaron la Plaza de Armas con la intención de presionar para que el gobierno cumpliera con las obligaciones que tiene, en algunos casos hasta por mandato judicial, y en respuesta la Sege les envío un acuerdo que, al ser presentado publicamente, fue rechazado por la gran mayoría de las y los maestros. El gobierno prometió que cumplirá con el pago de seis horas extras al salario de los profesores de Telesecundaria, lo cual resulta una simulación, puesto que la exigencia era homologar (y otorgar una clave presupuestal) para que dicho beneficio fuera una seguridad a la postre. Sin embargo, tal exigencia no es la prioridad de la administración, por tanto, estan dispuesto a elaborar un engaño con apoyo de la Sección 26 del SNTE a cambio de ganar unos días de paz antes de las vacaciones, cuando suponen que todos olvidarán, otra más, de las deudas impagables.
Los alumnos de la Facultad de Ciencias han visto como la voluntad política y las buenas intenciones del gobernador valen menos que un puño de tierra, y no importa si son 32 o 320 millones los que se disponga, pues, como es bien sabido, al gobernador solo le interesa la UASLP cuando puede controlarla. Gallardo Cardona prometió que trabajaría para ellos y el evento, las fotografías, el recorrido y el banderazo, se han convertido paulatinamente en un insulto sin gracia contra la comunidad estudiantil. ¿Cómo es posible que, en un mes, el gobierno haya construido una calle pavimentada para que el gobernador pudiera entrar al informe de actividades en Matehuala, pero en un año no puedan poner ni una tina de grava en el estacionamiento de la FC?, sencillo, el camino construido era una necesidad para la comodidad del gobernador, pero la obra de la UASLP es una pantalla barata para aparentar buenos términos con el rector e intentar meter a la Universidad sus programas sociales.
El nuevo puente multi nivel y multi irregular, sí, es grande, pero es sobre todo un gran ejemplo de esta triada del fracaso público. El gobernador promete un puente, el mandatario luego decide que la prioridad es lucir la obra, no hacerla bien; entonces crea la pantomima de una licitación pública que, por ley, debió hacerse antes de iniciar la obra. En lugar de ejecutar como lo dicta la razón y el proceso, la administración da el banderazo, cierra calles, abre banquetas, deja peatones a la deriva, porque lo que importa no es seguir la normativa o rendir cuentas, sino que el gobernador aparezca en la fotografía, que sea él quien presuma los renders, que sea él quien bañe la mugre de la negligencia, con el simplón aplauso de las masas acarreadas al evento.
¿Con que credibilidad la administración va prometer que los siguientes tres años serán mejores que el bodrio del primer trienio, si no cumplió con la apertura a los maestros, ha sido omiso en las obras de la FC y ha desacatado el compromiso que tiene con el debido procedimiento?, ¿Cómo van a ser los casos aquí descritos una prioridad para el gobierno, si en lugar de negociar con los maestros, atender a los alumnos universitarios o vigilar los procedimientos de la Seduvop, el gobernador decidió tomar dos días para explorar su faceta como caza fantasmas?, ¿De qué tamaño son las farsas que nos esperan de cara al final del sexenio, si en este momento el jefe del ejecutivo atiende huelgas con floreros, solventa promesas con olvidos y construye puentes con simulaciones?
Estos son, entonces, los verdaderos pilares de la administración estatal y no hay hasta ahora una acción, presunto logro o proyecto que no padezca de esta triple amenaza corrupta: promesas chuecas, prioridades mal encausadas y pantomimas indolentes.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestrando en Estudios sobre la Democracia y Procesos Electorales en el posgrado de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha trabajado como reportero y columnista en los medios digitales La Orquesta y Arco Informativo; actualmente es reportero de Astrolabio Diario Digital. Ha sido acreedor de dos premios estatales de periodismo en las categorías de Artículo de Fondo y Periodismo Regional.