Protección a la Sierra de San Miguelito avanza en San Juan de Guadalupe

Por Victoriano Martínez

La reconfiguración de fuerzas que se dio el pasado domingo con la elección del Comisariado de Bienes Comunales de San Juan de Guadalupe no sólo exhibió cómo se partió en dos el grupo afín a los fraccionadores, sino que, aunque uno de ellos encabezará la Comunidad, también mostró que los empresarios no pudieron evitar que la resistencia creciera.

El resultado de la elección dejó ver que la Comunidad de San Juan de Guadalupe se encuentra dividida en tres: 71 votos para el grupo de Carlos López Medina con el apoyo del gobernador Ricardo Gallardo Cardona y 70 votos para el grupo de Alejandro Tamayo, apoyado por el exgobernador Marcelo de los Santos, y 60 para los comuneros en resistencia.

Aniceto Jasso Bravo será el presidente del Comisariado de Bienes Comunales que llega con la menor votación de que se tenga memoria en la Comunidad, lo que lo coloca en condiciones en las que difícilmente podrá tomar decisiones de trascendencia para los desarrolladores inmobiliarios como por ejemplo asambleas que definan cuestiones de dominio pleno.

Un debilitamiento para las pretensiones de cualquiera de los dos grupos que se disputaron, a golpe de cañonazos de hasta 10 mil pesos, los votos de los comuneros.

Una compra de votos y presión sobre las personas con derecho a voto en la asamblea que, si bien lograron una competencia cerrada en la que uno de los grupos empresariales logró llevar al comisariado a su planilla afín, no logró impedir que la presencia de los grupos internos en resistencia se consolidara.

El hecho de que los comuneros en resistencia prácticamente se colocaran en el mismo nivel de competencia por los votos sin dádivas económicas de por medio significa que el avance en la convicción por la conservación de sus tierras resistió a la tentación de vender su dignidad como comuneros.

Una actitud de dignidad que no sólo los coloca como comuneros que pretenden la integridad de su territorio, sino que –como trasfondo– tiene mucha relación con la preservación del Área Natural Protegida (ANP) Sierra de San Miguelito en tanto que al frenar las posibilidades de urbanización por parte de los inmobiliarios refuerza la protección a la ANP.

Aunque el resultado de la elección definió a un ganador del Comisariado Comunal, la asamblea realizada el domingo presenta algunas inconsistencias que podrían dar pie a que se deba reponer el proceso y si no, cuando menos a constituir en más elementos de debilidad para actuar por parte de la autoridad electa.

El acumulado de los votos obtenidos por las tres planillas es de 201, en tanto que en el acta de la asamblea se asentó que asistieron 207. No se reportaron votos nulos, por lo que se abre la duda sobre el destino de 16 votos.

La comunera María Amalia Pérez Campos, del grupo de comuneros en resistencia, señaló que ellos contabilizaron el ingreso al salón comunal de 207 personas con derecho a voto, lo que añade un motivo de duda adicional.

En cuanto al quorum, Pérez Campos señaló que, al ser 346 comuneros, la asamblea debió realizarse con un mínimo de 260 participantes, lo que estuvo muy lejos de ocurrir.

Un indicador más de la debilidad del Comisariado electo: los 71 votos con los que ganó representan apenas el 20.52 por ciento, es decir, Jasso Bravo cuenta apenas con el apoyo de uno de cada cinco comuneros.

La planilla ganadora presenta además un incumplimiento de acciones afirmativas al no cumplir con una integración que atienda la equidad de género. La ausencia de representantes de la Procuraduría Agraria en la asamblea también es considerada una irregularidad.

No sólo fue que no lograron con la compra de votos un número más representativo para el nuevo Comisariado, sino que también las irregularidades en el desarrollo de la asamblea originaron autoridades comunales débiles, al grado de que –a pesar de la fuerte inversión en votos– el grupo empresarial “ganador” tendrá dificultades para alcanzar sus fines.

En cambio, los comuneros en resistencia lograron mostrar cómo ha crecido su movimiento y con él una fuerza que significa un apoyo importante para la consolidación de la ANP Sierra de San Miguelito.

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