María Ruiz
Pacientes renales en tratamiento de diálisis y hemodiálisis se manifestaron a las afueras del Palacio de Gobierno de San Luis Potosí para exigir la reapertura de operaciones de trasplante en el Hospital Central “Dr. Ignacio Morones Prieto”.
Los manifestantes denunciaron que desde 2020 no se realizan trasplantes en el nosocomio y la situación ha empeorado con la falta de medicamentos e insumos, lo que ha causado la muerte de algunos pacientes en espera de un órgano.
Arely Jazmín Gutiérrez Saldaña y Juana María Herrera Tello Gutiérrez, junto con otros afectados, explicaron que el programa de trasplantes fue suspendido inicialmente debido a la pandemia de covid-19, pero que desde entonces no se ha reactivado por falta de recursos y voluntad política.
“Ya tiene cuatro años que el programa está cerrado. Nos dijeron que fue por la pandemia, pero ahora dicen que es por falta de presupuesto”, comentaron durante la protesta.
A pesar de que los pacientes aún reciben hemodiálisis, algunos con más de 10 años en ese tratamiento, no han sido incluidos en la lista de espera para un trasplante.
“No queremos estar atados a una máquina toda la vida”, expresó uno de los manifestantes, quien acude tres veces por semana a sus sesiones de hemodiálisis.
La situación es crítica para alrededor de 126 personas que requieren un órgano en el Hospital Central, incluyendo pacientes que necesitan un riñón y otros que esperan córneas.
“Tengo entendido que al menos tres pacientes han muerto esperando un órgano”, señaló un manifestante, quien lleva cinco años en hemodiálisis sin poder acceder a la lista de trasplante.
Los afectados indicaron que, aunque la reactivación del programa de trasplantes depende en gran parte de la Federación, el Estado tiene la facultad de facilitar este proceso a través de la lista y los procesos de protocolo.
Insistieron en que los órganos están disponibles, pero la falta de recursos y de acción por parte de las autoridades ha dejado a los pacientes en una espera indefinida, muchos de ellos en condiciones críticas, pues el hospital, al no tener abierta su lista, no los deja con la posibilidad de acceder a este beneficio, pese a que muchos de ellos ya realizaron el protocolo.
“Lo único que pedimos es que nos abran el área de trasplantes. Sabemos que sí hay órganos, pero sin el programa activo, nuestras vidas siguen en riesgo”, concluyeron.