Caracas, Venezuela (08 de junio de 2016).- Protestas y saqueos se registraron hoy en distintas ciudades de Venezuela cometidos por personas que intentan conseguir alimentos en un contexto de la escasez y desabasto que afecta al país.
Las manifestaciones se registraron en los estados Monagas, Trujillo, Lara, Guárico, Anzoátegui, Miranda, Táchira y Nueva Esparta, según reportan medios locales.
Grupos de ciudadanos enardecidos, reseñó EFE, reclamaban venta de comida y en otros casos se llevaron por la fuerza los pocos alimentos que llegaban en camiones.
En la localidad de Capacho Viejo, en el fronterizo Táchira, las personas se concentraron para reclamar “¡queremos comida!” y “¡revocatorio, revocatorio!”, reseñó el Diario de Los Andes.
En Valera, estado Trujillo, decenas más reclamaron al gobierno que venda los alimentos y productos de la canasta básica subsidiados por el Estado.
Estudiantes en Valera protestaron con barricadas en las calles para exigir al Ejecutivo asigne un presupuesto para las universidades públicas que denuncian una crisis de financiamiento.
La manifestación, que duró aproximadamente cuatro horas, fue reprimida por la Guardia Nacional Bolivariana.
En esa misma localidad un grupo de personas saqueó los alimentos que iban a bordo de un camión, según reseñó el diario.
El opositor Juan Fernando Flores, dirigente local del partido Voluntad Popular, difundió un video de la capital del céntrico estado Guárico, San Juan de Los Morros, en el que sus habitantes asaltaron algunos locales.
En Maturín, estado de Monagas, un grupo reclamó comida y pañales para sus hijos frente a la gobernación, mientras que otros manifestaban con pancartas en las que podía leerse: “No más ollas vacías”.
Escenas similares a estas se reportaron en los estados Anzoátegui, Carabobo y Miranda.
La semana pasada también hubo registro de manifestaciones y actividades de este tipo en distintos lugares de Caracas, la capital venezolana.
Venezuela atraviesa una crisis de escasez de alimentos y medicinas que se ha ido agudizando durante los últimos dos años.
Fuente: Proceso.