Abelardo Medellín
El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Estatal de San Luis Potosí trabaja con una definición anacrónica de hace 50 años sobre lo que significa ser una persona con discapacidad y por ello la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) debería tomar cartas en el asunto, comentó Catalina Torres Cuevas, activista y representante de la Fundación Gilberto Rincón Gallardo.
Esta semana apareció en el Río Santiago un espectacular del DIF Estatal que señala que el significado la palabra “discapacidad” es un sustantivo que refiere a: “Limitación del cuerpo o la mente que hace más difícil que la persona haga ciertas actividades en el entorno que la rodea”.
De acuerdo con la cita del espectacular, dicha definición fue rescatada del “Diccionario de la discapacidad”.
Sobre este espectacular y su mensaje, la activista Torres Cuevas comentó que todas las políticas públicas de Gobierno necesitan definiciones de ciertos términos, pero la definición publicitada por el DIF es de hace medio siglo.
“Es una definición anacrónica, yo calculo de hace unos 50 años; esa definición pone a la persona como la que tiene un problema, como una persona enferma, como una persona que tiene que curarse (…) el problema es de esa persona, nosotros no podemos hacer nada”.
Según Torres Cuevas, una definición más reciente, aceptada e incluida dentro de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, refiere que los problemas de las personas con discapacidad no son propios, sino del entorno.
“Es decir, una persona que no puede caminar, el problema no es que no pueda caminar, sino que a la hora que intente entrar a un edificio no tenga accesibilidad, a la hora que intenta trasladarse a la escuela el transporte no tenga accesibilidad (…) entonces cambia el foco de la política pública, y es importante porque quien está poniendo la definición, es precisamente el Gobierno”.
La activista mencionó que la definición difundida por el Gobierno a través de este espectacular regresa a las políticas públicas a una época en la que no se consideraba la necesidad de hacer espacios accesibles o, por ejemplo, disponer de interpretes de lengua de señas mexicana.
“Eso promueve una idea de personas que no podemos más que decir ‘pobrecitos, están mal y Dios no los ha beneficiado y hay que tenerle lástima’, y esa es justo la actitud que ya no se debe de tener, la que se debe de tener es la de respeto de sus derechos humanos”.
Torres Cuevas reveló que cuando difundió la fotografía de este espectacular vía Twitter, el perfil de la presidenta del DIF estatal, Ruth González Silva, contestó:
“Todas y cada una de las palabras plasmadas en los espacios que menciona, fueron creadas por asociaciones de personas con discapacidad en una mesa de trabajo. Saludos.”.
Según la activista, este tipo de definiciones construidas sin una perspectiva técnica representa un problema, porque las asociaciones no tienen la obligación, como el Gobierno, de hacer políticas públicas acordes con los instrumentos internacionales.
De acuerdo con Torres Cuevas, mensajes como el que difundió el DIF a través de este mensaje, mal informan a la ciudadanía y dejan en claro que la asistencia social que presta el sistema debe buscar guiarse por una perspectiva de derechos humanos.
Finamente, la activista apuntó que la CEDH debería tomar cartas en el asunto y solicitar que se retire el espectacular y todos los otros que tengan el mismo mensaje.
“Precisamente la Convención, en su artículo 8, marca que debe haber una toma de conciencia y que el Gobierno tiene que hacerla, que tiene que hacer ver a las personas con discapacidad, no como objetos, sino como sujetos de derechos, entonces, es parte de la responsabilidad social y es grave, porque va en contra de la Convención”, finalizó.