Ciudad de México (09 de julio de 2016).- ¿Podría impactar un asteroide contra nuestro planeta como ocurre en las películas apocalípticas? ¿Hay motivos para temer un acontecimiento tan dramático? Lo cierto es que imposible no es, como lo demuestran eventos como la caída de un bólido en Tunguska en junio de 1908.
De hecho, sabemos que asteroides de tamaño considerable chocan contra nuestra atmósfera varias veces al año. Según datos de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, que opera una red de satélites que monitoriza la Tierra en busca de detonaciones, se produjeron 26 impactos de la escala de una bomba atómica entre los años 2000 y 2014. La enorme mayoría pasaron desapercibidos porque la propia atmósfera cumplió su cometido y nos mantuvo a salvo.
Al fin y al cabo, nuestro planeta está rodeado de asteroides que pasan muy cerca, casi rozando, como se puede ver en el siguiente mapa del Observatorio de Armagh en Irlanda del Norte.
Los pequeños puntos verdes señalan la ubicación de asteroides que ahora mismo no se están aproximando a la Tierra. Los amarillos, conocidos como Amors, sí viajan siguiendo órbitas cercanas a la de nuestro planeta, pero, al menos de momento, no se cruzan. Los rojos, conocidos como Apolos y Atones, sí describen una órbita que coincide en algún punto con la nuestra y, por lo tanto, suponen la amenaza más directa en un futuro cercano.
No obstante, los astrónomos no se muestran preocupados por ninguno de los asteroides que se ven en este ‘mapa del miedo’: los conocen y saben cuál es su trayectoria. Lo que les alarma es la enorme cantidad de cuerpos más pequeños que les son desconocidos, esos son los que podrían impactar cerca o sobre una gran ciudad y causar daños considerables.
Se estima que podría haber entre 100.000 y un millón de asteroides no descubiertos todavía cuya órbita pasa cerca nuestro o se cruzará con la de la Tierra en algún momento.
Fuente: Regeneración.