Abelardo Medellín
Lois Muñoz Flores, integrante del colectivo Vida Sobre Ruedas, afirmó que el proyecto del Gobierno del Estado que contempla la construcción de tres puentes atirantados que conectarán el Centro Histórico con el nuevo Parque Central Alameda, es una idea retrograda, onerosa y pensada a través de una política pública del siglo pasado.
En entrevista con Astrolabio Diario Digital, la activista en temas de movilidad explicó las razones por las que no sería una obra viable; la primera de ellas, la cantidad de personas que se concentran en la zona de la Alameda.
“La zona de la Alameda es una zona peatonal muy transitada, pues aproximadamente el 80 por ciento de las rutas de San Luis Potosí llegan ahí, entonces es muy transitada por peatones y lo que se tiene que buscar es que los pasos sean a nivel de piso”.
Muñoz Flores afirmó que los pasos a nivel de piso tienen ciertas ventajas, como ser más económicas que un puente y accesibles para todas las personas.
“Sí tu construyes un paso que está elevado, dejas de lado a todas las personas vulnerables, estamos hablando de personas de la tercera edad, personas con algún tipo de discapacidad, débiles visuales, personas con algún tipo de bastón, con silla de ruedas etcétera”.
Asimismo, la activista enumeró las desventajas de que se construya un paso elevado, entre las cuales están que quien se traslada tiene que hacer un esfuerzo mayor al que hace un vehículo, por lo que se vuelve a priorizar al conductor por encima del peatón, lo que representa “una incongruencia en temas de movilidad”.
“Este tipo de cruces no son accesibles para todas las personas, además lo que van a hacer es obligar a que los puentes sean utilizado. Entonces la pregunta es, ¿qué va a pasar con las personas a quienes este tipo de cruces les va complicar el acceso a un cruce seguro?”.
De acuerdo con Muñoz Flores, un ejemplo de modificaciones urbanas a favor del peatón se puede apreciar en el caso del puente peatonal ubicado en avenida Reforma frente al Mercado República, que decidió retirarse en septiembre del año pasado.
“Les llamamos ‘puentes anti peatonales’, porque no son puentes para las personas en realidad, sino que son puentes para que los carros no bajen la velocidad, en el caso de Reforma lo que se hizo hace unos meses fue rediseñar el cruce peatonal y retirar el puente”.
La activista explicó que acciones como retirar estos puentes antipeatonales le permiten al transeúnte reducir un tercio del tiempo que le toma cruzar una avenida, además de que alrededor de todo el país, colectivos en materia de movilidad han impulsado que estas infraestructuras sean retiradas de las ciudades.
“El hecho de que anuncien con bombo y platillo que van a construir un puente peatonal en la zona peatonal más importante de la ciudad, pues es una política retrograda, son políticas públicas del siglo pasado, no están enfocadas en las personas, sino que están enfocadas únicamente en el gasto público”, señaló Lois Muñoz.
Obras como la que contempla el proyecto del gobernador Ricardo Gallardo suelen “volverse inaccesibles” para algunos ciudadanos, pues la activista apuntó que este tipo de propuestas también deben contemplar los requisitos de sostenibilidad, priorizar obras sencillas por encima de las onerosas, y el criterio de seguridad, que representa analizar si elevar el paso de un puente asegura que la zona sea visible e iluminada.
La integrante de Vida Sobre Ruedas señaló que la suma revelada que se invertirá en la construcción de los puentes, que iría incluida dentro de los 150 millones de pesos de la remodelación de la Alameda, representa un costo no solo excesivo, sino que, además:
“Este tipo de obras cuestan, prácticamente, al menos el doble de lo que costaría hacer una intervención a nivel de piso, que además tiene otras ventajas, como la accesibilidad para otro tipo de usuarios”.
De igual forma, reiteró que si el gobierno ya tiene etiquetado un recurso para la construcción de este puente, una mejor inversión en la zona sería buscar que se habiliten pasos a nivel más amplios y económicos.
Lois Muñoz indicó que si el Gobierno del Estado busca emprender acciones en pro de la movilidad en la capital potosina, podría comenzar por construir infraestructura para reducir la velocidad de los vehículos en la zona de la Alameda.
“Tiene que seguirse la pirámide de la movilidad (…) que pone en primer lugar a las personas que nos desplazamos a pie, entonces tiene que haber una adecuación de la zona que disminuya las velocidades”. De igual forma, la activista dijo que otra acción que sí podría emprender el gobierno sería invertir en el transporte público, en lugar de realizar una obra “tan cara, tan innecesaria y tan ineficiente”.