Red de corrupción en la ASE se extiende hasta los finiquitos para los despedidos

Por Victoriano Martínez

Al menos ocho ex funcionarios de la Auditoría Superior del Estado (ASE), a quienes se dio de baja tras el escándalo de la ecuación de la corrupción en el Congreso del Estado, fueron liquidados de manera generosa, de acuerdo con las hojas de finiquito y copia de los cheques que se les entregaron.

Según la versión de algunos trabajadores y ex empleados de la ASE, la generosidad de los finiquitos se explica por la relación cercana que existe con el círculo que formaron esos ex funcionarios y el ex auditor José de Jesús Martínez Loredo con Guillermo Flores Arellano, actual encargado de la Auditoria Especial de Legalidad.

Flores Arellano comenzó a colaborar con Martínez Loredo como abogado externo para asuntos laborales y terminó integrado a la nómina de la ASE. Su cercanía con el ex funcionario es conocida por los trabajadores de la ASE, sobre todo por lo útil que resulta el hecho de que su nuera trabaja en el Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje.

La influencia de Flores Arellano en la dependencia se ve reflejada además en que su hijo, Guillermo Flores Suárez, cuya esposa trabaja en el TECA, también trabaja en la ASE con un puesto como jefe de departamento.

Tras la renuncia de Martínez Loredo y la salida de funcionarios y recomendados de la ASE, Flores Arellano asumió la negociación de los finiquitos para los despedidos, para lo que no ha dejado de tener contacto con su ex jefe.

En las hojas de finiquito gestionadas por Flores Arellano se pueden apreciar indemnizaciones que van de los 69 mil pesos hasta los 533 mil 904 pesos, con una variación importante en los montos. Los empleados despedidos con mayor antigüedad apenas rebasaban los tres años, en tanto que el de ingreso más reciente estaba por cumplir seis meses en el cargo.

Skip to content