Estela Ambriz Delgado
Las inundaciones en múltiples zonas de la ciudad ocasionadas por las recientes lluvias y las corrientes que bajan sin control de la Sierra de San Miguelito al haber sido modificadas por construcciones, podrían ser aminoradas con medidas preventivas como la reforestación, aseguró el investigador Ramón Ortiz Aguirre.
Ante la falta de un programa de reforestación adecuado, que debió haber ido aparejado con estos desarrollos inmobiliarios al momento de ser autorizados por el Ayuntamiento, el experto en Hidrología, Ecología y Desarrollo Urbano, consideró que es obligación de las autoridades llevar esa tarea a cabo, pero junto con el cuidado hasta su crecimiento óptimo.
“No hay reforestación alguna respecto a estas áreas, hay calles muy anchas con sus banquetas y sin árboles (…) en avenida Chapultepec igual, en el tramo que está de Salvador Nava al bulevar Antonio Rocha; los únicos árboles que existen son los que están afuera del parque Tangamanga, pero no hay un solo árbol fuera de eso”.
Asimismo, señaló que, dado que la presencia de árboles incide directamente en la capacidad de infiltración y retención de suelo, las autoridades deben considerar la reforestación para aminorar la problemática, pues era una obligación de los constructores y para autorizarles se debió pedir a la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam) que implementara un programa.
“Hoy tú haces un estudio para un fraccionamiento y te dice el municipio que la reforestación sea de acuerdo a lo que representa la paleta de especies vegetales que establece el Implan, entonces ellos te pueden hacer esa recomendación. Lo importante es que deberían supervisar que se cumpla con lo que ellos están pidiendo, porque es muy fácil hacer una solicitud y liberarla en un escritorio, pero no hacer visitas de inspección periódicas para ver que se cumpla lo que se está planteando”.
De igual forma, hizo mención de que esta reforestación deberá ser un proceso que culmine hasta el crecimiento óptimo de los árboles y plantas, dado que recientemente se anunció que la UNESCO otorgó a San Luis Potosí el premio como la ciudad con mayor reforestación, y aunque si se plantaron muchos árboles, buganvilias y plantas ornamentales, no fueron cuidadas y ya están muertas.
