Por Victoriano Martínez
“Concluido el orden del día, cito a sesiones: solemne para protesta de ley a servidores públicos electos, al terminar la anterior a sesión ordinaria, al finalizar la ordinaria se efectuará la sesión solemne de clausura del segundo periodo ordinario, y enseguida la sesión de instalación de la Diputación Permanente…”
Con esas palabras, al terminar la sesión ordinaria de este lunes, el diputado Martín Juárez, presidente de la Directiva del Congreso del Estado, abrió el siguiente capítulo de la historia que quedó abierta el domingo, cuando por 14 votos contra 13 se eliminó del orden del día el dictamen de la reforma electoral para el proceso 2020-2021.
En palabras del diputado Oscar Vera Fabregat durante la sesión del domingo, con ese anuncio Juárez rompió la Legislatura y se acabó la posibilidad de convivencia entre los legisladores, en tanto que desde la perspectiva del diputado Eugenio Govea, se reventó el respeto entre los diputados y se consumó un atropello a los 14 diputados que manifestaron su decisión de no tratar el tema.
Si la transmisión de la sesión del domingo, que duró cinco horas, permitió a la población no perder detalle de la discusión por la reforma electoral –incluidos los deslices ante micrófonos abiertos–, de la sesión de este lunes hubo apariciones intermitentes de lo que ocurría y a duras penas quedaron publicados dos videos en los que sólo pueden revisar 14 minutos con 17 segundos.
En el primer video se puede observar durante un minuto con 28 segundos el logo de la Legislatura con la palabra “receso” en la esquina superior derecha. En el otro, de los 34 minutos con 54 segundos que dura, durante 20 minutos con 37 segundos se puede observar lo mismo: el logo con la palabra “receso”.
Dar seguimiento en tiempo real a la sesión de este lunes presentó una dificultad adicional: la propuesta del orden del día se publicó en el sitio Web hasta después de que ya había terminado la reunión. Para quienes acudieron al Centro de Convenciones, los problemas fueron similares: la pantalla instalada para evitar la saturación del salón en la que se realizó reportó fallas.
Este martes volverán a sesionar en el Centro de Convenciones. La sesión fue citada sin Gaceta Parlamentaria previa, lo que puede ocurrir de acuerdo con el artículo 145 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo “en los casos en que la ley establezca plazos perentorios”.
No obstante, el domingo la diputada María Isabel González recurrió a la jurisprudencia 172480 para advertir que la urgencia del plazo “no constituye un motivo para calificar de urgente la dispensa de trámite”. Entre la Ley Orgánica y la jurisprudencia, Juárez optó por la Ley y los acuerdos que, en un comunicado publicado en el sitio Web del Congreso, ayer ya en corto comenzaron a trabajar.
“En esa dinámica estamos en discusiones y se le hacen los ajustes y observaciones al dictamen”, citan textualmente a Juárez en el comunicado. “También se trabaja en el cabildeo con cada uno de los integrantes del Poder Legislativo y poder atender las condiciones que se llevarán a cabo en el proceso electoral 2021; las principales modificaciones tienen que ver con los temas que causaron debate”.
Y tan fue el encuentro en la sesión presencial lo que permitió un cabildeo sospechoso, que en el orden del día publicado incluso después de terminada la sesión no se contemplaban cuatro sesiones como las habrá, sino dos.
Lo declarado por Juárez pone a prueba la convicción con la que 14 diputados votaron por no tratar la reforma electoral por violaciones constitucionales y legales y, sobre todo, una publicación fuera de tiempo del Periódico Oficial del Estado que dejó vencer el plazo para las modificaciones desde hace un mes. Entre los motivos de su rechazo se argumentaron situaciones insalvables.
Si de verdad constituye una afrenta, como advirtieron Vera y Govea, los 14 diputados que votaron por no tratar la reforma electoral simplemente con no asistir a la sesión ordinaria de este martes demostrarían la convicción con la que votaron, ya que impedirían el quorum para que la sesión se realizara y, en consecuencia, adoptarían una postura congruente con su voto del domingo.
Pero Juárez, vía el comunicado, adelantó que no tendrán ningún problema. “Estamos con ese ánimo y disposición de reconocer en todas las fuerzas parlamentarias la generación de diálogos, acuerdos y consensos, lo que no evita que cada quien tenga posiciones diferentes y confrontación democrática, para tener una Ley Electoral a la altura de las circunstancias”, dijo.
En este nuevo capítulo de la saga, con el solo hecho de que la anunciada sesión ordinaria pueda realizarse por contar con quorum demostrará que, en corto y cara a cara, intercambiar favores se les da con más facilidad, además de que desacreditarán todas las posturas asumidas el domingo y exhibirán que sólo eran monedas de cambio para obtener algunas ventajas.
Se frustre o no la reforma electoral, el resultado ya está expuesto: las reglas para el proceso mediante el que la población puede elegir a sus representantes no buscan el beneficio de la ciudadanía, sino que atienden a los caprichosos intereses que –por el margen que la irresponsabilidad de los legisladores les da– se pueden juntar a negociar.