Por Victoriano Martínez
Después de 98 años de haber sido institucionalizado en México el 10 de mayo como el Día de las Madres, el festejo enfrentará las consecuencias que sobre toda la cotidianeidad ha provocado el coronavirus Covid-19.
Once países celebran a las madres el 10 de mayo en tanto que otros 35 lo hacen el segundo domingo de mayo, es decir, mañana –que el 10 de mayo coincide con ser el segundo domingo del mes– se conmemora el Día de las Madres en 46 países y en todos se vive la misma situación.
Restaurantes, florerías, tiendas de regalos y demás comercios y centros de convivencia que esperaban un repunte en su ventas de hasta más de un 40 por ciento, a lo largo de la última semana han tenido que estimular su imaginación para encontrar mecanismos para que la conmemoración les ayude para atenuar el golpe que la pandemia ya les asestó.
“Ella te dio la vida, no se la quites”, es la expresión, cual eslogan, que usa el gobierno estatal en su llamado a evitar que se incremente la movilidad en la ciudad con motivo de los festejos a las Madres, y que a la vez constituye un reto a las costumbres festivas de la población y a las promociones comerciales que este año se han reducido más que la movilidad.
“Este 10 de mayo, el mejor regalo que puedes hacer hacia aquella persona que te dio la vida es no ponerla en riesgo”, fue la expresión de la doctora Mónica Liliana Rangel Martínez, titular de los Servicios de Salud, para pedir a los potosinos “demostrar el cariño a distancia” sin asistir a restaurantes, sin organizar reuniones familiares, sin llevar serenatas y sin ir a los panteones.
Se trata de llamar a un pueblo pachanguero a realizar un festejo sin fiesta. Tal vez por eso en una encuesta publicada por el periódico El Universal se encontró que el 60 por ciento de los mexicanos aseguró que sí habrá festejo y un 20 por ciento piensa salir de casa para visitar a su madre, aunque eso implique desafiar la contingencia.
Sin una contingencia como la que hoy se vive, desde hace algunas décadas a los festejos como el del Día de las Madres se les ha señalado como pretextos para promover un consumismo excesivo que deja en segundo plano el motivo de la conmemoración.
Hoy que el coronavirus Covid-19 le pone un gigantesco obstáculo al consumismo, tanto para los comerciantes de todos los tamaños como para quienes desean festejar como siempre a sus madres, tal vez adquiera un nuevo sentido aquel viejo eslogan regale afecto, no lo compre, promovido en los 80’s por el Instituto Nacional del Consumidor.
Y es que hoy la pandemia no sólo ha puesto en jaque el consumismo, sino que le ha puesto límites a las formas de demostrar afecto que dificultan atender a aquella vieja recomendación que completa decía: regale afecto, no lo compre; lo importante es convivir.
Si ahora la recomendación gubernamental es que el mejor regalo este 10 de mayo es quedarte en casa para contrarrestar los efectos del coronavirus, el mayor incentivo bien puede estar en rescatar la posibilidad de poder volver a demostrar nuestro afecto, centrados en la conmemoración, y que el consumismo resulte accesorio… porque lo importante será convivir.
