Texto: José de Jesús Ortiz
Fotografía/Video: César Uriel Hernández Acosta
Filmada en 2021 en la Ciudad de México y sobre todo en San Luis Potosí y en otras locaciones, la película Ruido de la cineasta Natalia Beristáin es una proclama que visibiliza y da voz a las mujeres y colectivos de madres que buscan a sus hijas e hijos víctimas de desaparición.
La película fue proyectada este lunes en la capital potosina, en la Cineteca Alameda, durante una presentación cargada de emotividad, un evento catártico, de dolor, de impotencia y de rabia, pero también de la esperanza, al que asistieron decenas de familiares de víctimas de desaparición, colectivos de San Luis Potosí y de otras partes del país. En particular, el colectivo Voz y Dignidad por los Nuestros, que tiene un papel relevante en la historia al aparecer algunas de las mujeres y madres que lo integran, con su voz y rostro, en diversas escenas de la película, en jornadas de búsqueda de personas desaparecidas.
Por la mañana de este lunes, antes de la presentación de la película, Astrolabio Diario Digital habló con su directora Natalia Beristáin, con la actriz Julieta Egurrola, quien además de ser madre de la cineasta interpreta el papel de una madre que busca a su hija desaparecida nueve meses atrás; así como la actriz Teresa Ruiz, quien interpreta a una periodista que acompaña a las familias de las víctimas y narra sus historias de tragedia y dolor. Se reproduce a continuación parte de la conversación:
Astrolabio: A partir de la historia de Julia que busca a su hija desaparecida, la película plantea quizá la mayor tragedia que vivimos en México que es la de la violencia feminicida, en un contexto de violencia estructural, con el asesinato y la desaparición de personas. ¿Se necesita hacer ruido para visibilizar ese drama?, ¿es el mensaje que intentas dar con esta historia?
Natalia Beristáin: Siempre me ha costado un poco pensar que las películas con la temática que sea puedan dar mensajes, para mí son más posibilidades de abrir preguntas, abrir canales de comunicación y en ese sentido Ruido está indagando o atravesando distintas estructuras de violencia que la sociedad mexicana vive, en este caso a través del dantesco viaje de Julia por la búsqueda de su hija. Sin querer caer en la idea del mensaje, para mí la tesis quizá que más me importaba plantear en la película tiene que ver más que con el horror que mueve a Julia, con la posibilidad de darle la vuelta a ese horror a través de la colectividad, de encontrarse y espejear con otras, con abogadas, con periodistas, con las colectivas de búsqueda, con la chica feminista del okupa, con la misma policía fiscal que pertenece a un sistema que por omisión o corrupción o por negligencia o por todo junto. Lo que buscamos con le película es expandir un oleaje sonoro, un ruido que se transmita de espectador en espectador, para hacernos preguntas de cómo llegamos hasta aquí y cómo le damos la vuelta.
Astrolabio: La película contó con el apoyo de colectivos de madres y familiares de víctimas, que aparecen de forma real con su voz y rostro en algunas escenas. En el caso particular del colectivo Voz y Dignidad por los Nuestros, de San Luis Potosí ¿cómo se da el contacto y la relación con las madres y familiares de víctimas de este colectivo?
Natalia Beristáin: Con Voz y Dignidad se creó un vínculo especial. Hubo una conexión y empatía, además de apertura de querer participar. Estuve con ellas en jornadas de búsqueda de campo, aquí en San Luis, con las madres. Aparecen en la película cuando se hace la búsqueda. Hablé mucho con ellas, como parte del proceso de investigación. Lo que platiqué con ellas, y otras colectivas, para la investigación y sensibilización sobre el tema, me hizo entender y conocer que gracias al trabajo que están haciendo estas colectivas es que el tejido social de este país está sosteniéndose. Es una enseñanza brutal para mí y esperaría que fuera un catalizador para que este mensaje les llegue a otras y a otros.
Astrolabio: El personaje que interpreta Teresa es el de una periodista que acompaña a las madres y familiares de las mujeres desaparecidas, un personaje que pareciera inspirado en mujeres periodistas que realizan un trabajo excepcional como Lydiette Carrión, Marcela Turati o a nivel local Marcela del Muro, por mencionar a algunas de ellas, que han investigado y acompañado a las familias de las víctimas ¿cómo te acercas a este personaje? ¿cómo te documentaste para ello?
Teresa Ruiz: Mi personaje se llama Abril Escobedo, por Marisela Escobedo (la activista asesinada en 2010 en Chihuahua, tras meses protestando por el feminicidio de su hija). Investigué mucho sobre periodistas que viven vulnerables o han sido desparecidos, en esta realidad que vivimos en conflicto. Hablé mucho con Marcela del Muro, hay varias escenas que se construyeron a partir de cosas que yo le pregunté a Marcela. Como actriz uno lee, investiga, que eso es lo normal que hace un actor, pero en el caso particular de esta película Natalia nos dio tanta libertad que noches antes yo le hablaba a Marcela y le decía ‘¿si tú estuvieras en esta situación qué harías?’. Básicamente yo tomaba lo que ella me decía y lo representaba. Muchas de las preguntas que les hago a las madres también fueron preguntas que Natalia me dijo ‘platica con ellas y tú ve viendo’. Todo era bastante libre y real, yo les decía ¿qué quieren que les pregunte y qué quieren contestar? Mucho de la creación de este personaje tiene que ver con ellas, con las madres, las víctimas, los periodistas reales, lo que me dijeron y lo que yo actúe.
Astrolabio: En alguna parte de la película, tu personaje plantea el por qué se involucra con el drama de las madres y colectivos y dice: “me metí precisamente porque tengo a mi hija, esa es la razón, quiero que mi hija se dé cuenta que no se debe quedar callada, que hay mucha gente que necesita ayuda y que nos debemos echar la mano”. ¿Crees que a nivel social nos falta involucrarnos más en esta lucha? ¿qué podemos hacer como ciudadanos?
Teresa Ruiz: Primero creo que es muy importante escuchar y no cerrar los ojos ante las historias que estamos contando como cineastas, pero también, es que es muy doloroso, a mí me pasaba antes de la película que es muy doloroso escuchar lo que está pasando, pero creo que una vez que lo escuchas y lo sabes ya no puedes no hacer nada. Creo que eso es lo bonito de Ruido, que te puede acercar a través del cine, que es una hora cuarenta la historia o algo así, y cuando terminas la película te hace sentido el por qué las paredes están rayadas, por qué se rompen los monumentos, por qué las mujeres están tan enojadas. Eso es muy importante, entender el por qué, porque ya una vez que lo sabes, no hay forma de no acompañar y no estar.
Astrolabio: Ni de restarle legitimidad a una lucha como la de las mujeres.
Teresa Ruiz: Sí, porque lo entiendes. Yo misma recuerdo no entender con mi corazón, entendía con mi cabeza por qué los monumentos estaban rayados, todos destruidos, pero después de hacer Ruido, cuando lo veo pienso en la historia individual de las personas y eso es muy importante.
Astrolabio: Los diálogos de la película contienen una gran fuerza testimonial, en alguno de ellos, Julia dice “tengo estancada el alma de pensar en lo que le podría estar pasando, en lo que le podrían haber hecho” a Ger, ¿queda una carga emocional después de interpretar a un personaje como Julia? ¿cómo se puede seguir adelante?
Julieta Egurrola: Soy actriz desde hace 45 años, no es el primer personaje que hago así de complejo, profundo o doloroso, aunque la mayoría han sido ficción-ficción, en teatro o en otras películas. La particularidad de esta película, que dirige mi hija, que protagoniza su mamá, eso hace un plus. Algo que ella y yo conocemos, hablando del contexto de desaparecidos, es un tema que leemos, en noticieros, historias, es un asunto que a diario está con nosotros. Estamos a 14 de noviembre, ¿qué ha pasado en estas últimas semanas? Varias madres buscadoras han sido asesinadas, muchas mujeres han sido asesinadas, se ha cometido feminicidio. Ahí está la violencia, simple y sencillamente no hay más que ponerse en los zapatos, soy mamá, soy abuela. Puedo como actriz poder imaginarme, al contrario de gente que no quiere, imaginar el horror, gente que no quiere ni pensarlo y no quiere ni saber, y uno al contrario, como actor y como actriz, pues te imaginas y te metes al personaje.
Astrolabio: Después de ver la película, como espectador, no queda uno indiferente ante una problemática social como la que se plantea.
Julieta Egurrola: Si logramos que no haya indiferencia sería muy importante, la solidaridad, el tener empatía con colectivos y familiares. Yo esperaría que la película llamara a la conciencia, que tenemos que participar como sociedad en esto, que dijéramos basta. Eso esperaría, que Ruido aporte para seguir haciendo un oleaje sonoro.
Astrolabio: En medio de todo el drama y dolor, pareciera haber también un mensaje de esperanza en los vínculos de solidaridad que se entretejen entre las madres buscadoras de sus hijos, en los colectivos que se organizan para hacer el trabajo de búsqueda que no hacen las autoridades. Hay una escena donde las mujeres aparecen bailando después una jornada de búsqueda, de gozo en medio de tanto dolor. ¿Qué aprendiste de trabajar con ellas?
Natalia Beristáin: Hablé mucho con ellas, como parte del proceso de investigación. En alguna ocasión, después de la búsqueda nos sentamos a comer, llegó la comida y para mí fue muy fuerte entender que ellas salen a campo y que salen con instituciones gubernamentales, y entender eso como un proceso, donde son ellos mismos a los que les reclaman muchas cosas, pero también trabajan de la mano con ellos y permiten que salgan a campo, que sean cuidadas, resguardadas, que la comida llegue, que ellas no tengan que ocuparse de eso. Hay como muchas cosas que uno no entiende o conoce y que las viví estando ahí con ellas. Y ahí entendí que la posibilidad de reír, de bailar, espejear, compartir, gozar, es también un acto de rebeldía y es probablemente el acto de rebeldía más grande que exista, porque si nos quitan eso entonces sí ya nos quitaron todo. Para mí es un acto profundamente revolucionario lo que aprendí con Voz y Dignidad, el aprender que, a pesar del dolor, de las ganas de castigo y justicia, está también la posibilidad del gozo, de hermanarnos y de mirarnos. Estas madres, estas familias conviven con el dolor más grande que se pueda imaginar y están todos los días de su vida dedicadas a buscar memoria, justicia, dignidad por las suyas y los suyos, y de cualquier manera no pierden esa posibilidad de gozo. Ese es sin duda el aprendizaje más grande que he tenido.
Astrolabio: ¿Cómo fue la experiencia de filmar en San Luis Potosí en distintas locaciones que aparecen en la película y por qué elegiste a esta entidad?
Natalia Beristain: La verdad es que atraviesan muchas cosas prácticas las decisiones de los rodajes. Ya en los entretelones, estábamos en plena pandemia, filmamos el año pasado, cosa que no teníamos presupuestado o proyectado de origen, y eso se comía un cacho del presupuesto muy grande, lo cual nos obligaba a movernos por tierra, no teníamos la posibilidad de volar a todo el equipo a cientos de kilómetros como originalmente estaba planeado, estaba planeado que filmaríamos bastante más al norte del país. Y San Luis, un poco por la geografía tan variada y rica que tiene, por el desierto, las cascadas, por la ciudad, las carreteras, los humedales, todo eso nos permitía algo que nos importaba mucho en la película que era la sensación de cambio geográfico, conforme Julia y Abril van moviéndose. Era muy importante provocar la sensación de que nos estábamos moviendo en diferentes espacios. Estamos muy agradecidas por todo el apoyo que recibimos, de la gente, de las instituciones como la Universidad Autónoma de San Luis Potosí que nos prestó el edificio para la secuencia final que era muy importante. Filmar en San Luis fue un gozo.
La película Ruido, escrita por Natalia Beristáin, el periodista Diego Enrique Osorno y Alo Valenzuela, se estrenará el próximo 11 de enero en la Plataforma Netflix.
La presentación de Ruido en la Cineteca Alameda, un espacio para el dolor y la esperanza