María Ruiz
Alejandro Espinosa Abaroa, presidente del Consejo Directivo de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en San Luis Potosí, informó que la temporada de vacaciones de verano ha sido un reto para la industria restaurantera local.
Según sus declaraciones, lejos de ser una época de auge, el flujo de clientes ha disminuido notablemente.
Espinosa Abaroa explicó que, aunque las vacaciones suelen atraer a turistas, la realidad es que muchos clientes locales aprovechan para salir de la ciudad, lo que ha afectado la afluencia en los establecimientos.
“No es la mejor temporada. En general, los meses de julio, agosto y principios de septiembre son complicados, y más ahora con la entrada de las escuelas y otros eventos como la Feria [Nacional Potosina]”, comentó.
Además, mencionó que a partir de mediados de septiembre las visitas suelen repuntar, pero la comparación con meses anteriores, como mayo y junio, evidencia una baja considerable en las ventas. Algunos restaurantes han registrado hasta un 20 por ciento de caída en sus visitas durante esta temporada.
Otro de los factores que ha complicado el panorama para los restauranteros es el aumento en los costos de los insumos.
Espinosa Abaroa indicó que, debido a la inflación, productos clave como verduras y limones han subido de precio, algunos hasta en un 20 por ciento.
“Nosotros no podemos subir los precios al mismo ritmo que suben los insumos, porque los clientes ya no quieren gastar tanto en los restaurantes”, explicó.
Esto ha reducido los márgenes de ganancia para muchos establecimientos, que se ven forzados a absorber los aumentos sin trasladarlos al cliente.
“La industria está resistiendo, pero el margen de ganancia se está reduciendo cada vez más”, señaló.
Restaurantes en riesgo de cerrar
La situación ha llevado a que, en lo que va del año, alrededor de 40 restaurantes hayan tenido que cerrar sus puertas. El presidente de Canirac alertó sobre el riesgo de que más establecimientos sigan esta tendencia en los próximos meses.
“Es muy probable que otros restaurantes enfrenten el mismo destino si no mejoran las condiciones”, comentó, aunque no ofreció un número exacto de cuántos más podrían cerrar.
El cierre de restaurantes no solo afecta a los empresarios, sino a muchas familias que dependen de esta industria.
“Nos afecta mucho porque tenemos que reducir gastos, dejar de contratar personal y enfrentar aumentos en costos sociales y de nómina”, agregó.
Espinosa Abaroa hizo un llamado a la población para que continúe consumiendo en los restaurantes locales.
“Gracias a su visita podemos sostener no solo los restaurantes, sino muchas familias que viven de esta industria”, expresó.
Además, subrayó la importancia de que los restauranteros sean creativos y busquen maneras de adaptarse a las temporadas difíciles.
