El Catalejo es el resultado de las mentes desorientadas de los reporterillos de Astrolabio Diario Digital
Sofía Niño de Rivera, Carlos Ballarta, Franco Escamilla y Alex Fernández pueden, todavía, andar despreocupados por el surgimiento de algún personaje que los pretendiera desbancar como los mejores standuperos mexicanos porque a quien se le notan ganas de hacerles la competencia todavía no se le ocurre subirse a un escenario, junto a un banco, con un vaso de agua y un micrófono. Por ahora sólo transmite por el feis sus nada hilarantes ocurrencias, las expresa en templetes de giras dadivosas con colaboradores sumisos… y hasta ya tiene su propio estilo para deshacerse del micrófono cuando se despide. Por poco jocosas y muy disparatadas, sus bromas provocaran risas forzadas y de compromiso, pero en realidad son motivo de preocupación porque, mientras él bromea, en el estado que dice gobernar engordan los expedientes de opacidad (primer indicio de corrupción), de inseguridad, de obras que dejan sobras, de resarcimientos sacados de la manga para liberar a quienes él mismo acusó de provocar la herencia maldita y hasta de la deuda pública, con una renovada violencia institucional hacia las víctimas, que ya nomás le falta decir “¿a poco creyeron lo de vivir sin miedo? ¡Era broma!
