Riesgos de urbanizar la Sierra de San Miguelito; entrevista con el especialista Ramón Ortiz

Carlos Rubio

“La urbanización de la Sierra de San Miguelito no se tiene que dar”, es la rotunda opinión de Ramón Ortiz Aguirre, ingeniero geólogo y especialista en ecología y desarrollo urbano, que en entrevista con Astrolabio Diario Digital nos habla de los riesgos que implicaría para la población potosina y el medio ambiente el desarrollo inmobiliario en la sierra. 

La importancia de la Sierra de San Miguelito, según mencionó el especialista, recae en su función para almacenar el agua de lluvia, ya que como el suelo no está recubierto de cemento, el agua puede escurrir lentamente y filtrarse para recargar el manto acuífero. Contrario a lo que sucedería en caso de que estuviera pavimentada la zona, que el agua fluiría a gran velocidad hasta llegar a la zona urbana sin posibilidad de filtración, ocasionando grandes inundaciones en la capital y sus zonas conurbadas, como Soledad de Graciano Sánchez, Mexquitic de Carmona y Villa de Reyes. 

Aunado a ello, “el sistema de drenaje que tenemos en la zona urbana de San Luis Potosí es desastroso, tenemos todo tipo de tuberías, desde barro, cemento, PVC, metálicas, etc. Además de un desorden en los diámetros de las tuberías”. Razón por la cual la red de drenaje no podría captar todo el escurrimiento y como consecuencia de la urbanización de la Sierra de San Miguelito, tendríamos grandes inundaciones en la ciudad. 

“El valle de San Luis Potosí debe de ser respetado en aspectos físicos, hidrológicos y geográficos, para preservar de una manera más eficiente los ecosistemas”, comentó Ortiz Aguirre, reiterando en que ya no hay margen de urbanización en la sierra, se ha llegado al límite. 

Otro de los riesgos importantes de la urbanización de la Sierra de San Miguelito es la disminución de los recursos naturales accesibles junto con la flora y la fauna que se encuentran ahí. Además de que los urbanizadores luego querrán seguir adentrándose en la sierra para construir más y más, “porque ya cuando dieron el primer paso, van a dar el segundo y van a dar el tercero y se van a acabar todo”. 

Ramón Ortiz lamentó que muchos comuneros y ejidatarios de San Juan de Guadalupe hayan vendido sus tierras a muy bajos precios ocasionando un conflicto interno, el cual ha vuelto aún más turbulenta la situación. 

Recalcó que si se quieren resolver los problemas de movilidad que actualmente aquejan a la ciudad, no se debió invertir dinero en el distribuidor Juárez “que es un completo fracaso” y tampoco debe llevarse a cabo ningún circuito vial sobre la Sierra de San Miguelito, sino trabajar sobre la avenida Salk, que se encuentra sobre una zona ya urbanizada y conecta todos los ejes de la Zona Industrial, no sólo el 140. “Es mucha más barata la obra de ingeniería, no se requieren explosiones y no afectaría la recarga del acuífero ni las condiciones micro climáticas”. 

El especialista también advirtió acerca de un futuro en el que los desarrolladores quieran construir también sobre el Parque Nacional de Gogorrón, ya que en la zona limítrofe ya se está construyendo el parque industrial World Trade Center II y Ciudad Maderas. “Ellos nos pueden jurar sobre la biblia que no lo van a hacer (construir sobre el Parque Nacional de Gogorrón), pero sabemos a final de cuentas que lo van a hacer”. 

Para Ortiz Aguirre, la única resolución para el conflicto que existe actualmente es que se aplique la ley ambiental, cuyo cumplimiento no sólo se encuentra en la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam), sino también en la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Comisión Nacional Forestal (Conafor). 

Por último, comentó que todo podría concluir a favor de la sierra “si el señor gobernador y el señor presidente municipal se fajan los pantalones y niegan los permisos”. Hizo énfasis en que los diputados también influirán en el resultado final, ya que serán los encargados de avalar legalmente los documentos que emanen del proceso y ojalá piensen primero “en el factor biológico y humano”.

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