Marcela Del Muro
En el marco del Día del Policía, el pasado 22 de diciembre, la señora Marisela Torres convocó a sus compañeras del colectivo de búsqueda de personas Voz y Dignidad por los Nuestros, a manifestarse en el centro de Rioverde.
El hijo de Marisela, Edgar Daniel Hernández Torres, policía de dicho municipio, fue desaparecido el 16 de enero de 2011 y, hasta la fecha, sigue sin tener respuesta sobre su paradero.
La manifestación pacífica terminó en la plaza principal. Las familias de desaparecidos pegaron fichas de búsqueda y carteles en las letras monumentales del municipio, también colocaron esferas con los rostros de sus seres queridos ausentes en un árbol podado como pino de navidad, que se encuentra al frente del edificio de la presidencia.
Las familias de Voz y Dignidad por los Nuestros solicitaron una reunión con el alcalde, Arnulfo Urbiola Román, para entregarle un escrito donde solicitaban, nuevamente, la colocación de un memorial que recuerde de forma digna a las personas que han sido desaparecidos en la zona Media del estado, “representando el vacío que dejan los seres que no han sido encontrados”, refiere la carta de petición del colectivo.
Las madres buscadoras esperaron al alcalde por más de una hora. Sin respuesta, decidieron entrar a las oficinas de la presidencia, a los cinco minutos Urbiola las atendió.
El alcalde actuó a la defensiva, sin disposición para atender las demandas de las madres. Sin embargo, dijo que colocaría el memorial en su municipio: “Si la manera de ayudarles es hacer el monumento que quieren hacer, con mucho gusto, de esa manera les vamos a ayudar”.
Pero, al momento que Edith Pérez Rodríguez, directora de Voz y Dignidad por los Nuestros, le entregó la petición del memorial para que lo firmara de recibido, Urbiola se negó, se dio la vuelta y se fue.
“La ignoró, la dejó con el lapicero y el documento en la mano. Lo único que dijo fue que su secretario es el que se encarga de todo eso y se retiró”, relata una de la madres del colectivo.
La mañana del 23 de diciembre, la señora Tere Castillo, mamá de Perla Padrón, pasó por la plaza principal de Rioverde y vio que las fotografías y esferas con los rostros de las personas desaparecidas habían sido retiradas.
“Son áreas públicas, espacios del pueblo. Sin embargo, hoy a las primeras horas del día fueron retiradas nuestras esferas. Mi hija y todos los que han desaparecido en esta región tienen derecho a ser buscados. Y la autoridad tiene obligación de buscarlos hasta que no tengamos plena certeza de cuál fue su suerte”, señala la mamá de Perla, desaparecida el 14 junio de 2013.
El Consejo Ciudadano de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas condenó los hechos e hizo un llamado a las autoridades para que se respete el derecho a la memoria de las familias de personas desaparecidas y a hacer uso del espacio público.
“Frente a la importancia de reconocer la gravedad de las desapariciones en el estado y las repercusiones que estas generan en las familias de víctimas, resulta crucial que las autoridades se sumen a estos esfuerzos y generen los mecanismos necesarios para facilitar y salvaguardar la integridad de las acciones que las y los familiares disponen en el marco de la construcción memoria. Más aún en municipios de la zona Media, en la que se ha detectado un recrudecimiento del fenómeno”, señala el comunicado del Consejo Ciudadano.
Según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, del 2000 al 27 de diciembre de 2022, se encuentran 42 personas desaparecidas en el municipio de Rioverde. El 69 por ciento (29 personas) de las desapariciones se han registrado entre el 2021 y el 2022.
“Nos sentimos frustrados, nuestros familiares desaparecidos merecen ser buscados y que sus fotos y fichas sean visibles. Nosotros queremos hacerlos presentes. De los gobiernos queremos hechos y no solo palabras. ¿Ese es el apoyo y empatía que dice tener nuestro presidente?”, finaliza una madre del colectivo Voz y Dignidad por los Nuestros.