Cuernavaca, Morelos (11 de agosto de 2016).- Como parte de los trabajos que ha realizado en Cuernavaca, Morelos, en torno a la inseguridad, el equipo de Ciro Gómez Leyva recibió la llamada de un hombre identificado como “Manuel” y dedicado a la extorsión en esa entidad y que había estado preso en una de las cárceles de la entidad y ofreció algunos testimonios sobre cómo funciona la delincuencia organizada en la capital de ese estado.
Para que este contacto se pudiera dar se estableció la condición del anonimato y el periodista Humberto Padgett se trasladó a Cuernavaca para entrevistarlo personalmente y cerciorase de la identidad, lo cual pudo comprobar.
El hombre fue procesado por una extorsión que no llegó a sentencia, sin embargo, hablaba de alrededor de diez secuestros cometidos, siete homicidios, decenas de extorsiones.
De la entrevista se revelaron tres fragmentos en los que el extorsionador ofrece detalles de la forma de operar de los grupos y su colusión con autoridades policiacas y menciona que en la entidad operan “Los Rojos”, “Guerreros Unidos”, “La familia michoacana”, “El cártel de Sinaloa” y los “Templarios”.
A continuación el texto íntegro de lo transmitido en el espacio de Ciro Gómez Leyva:
“Yo estuve preso en el penal de Atlacholoaya del 2013 al 2105, estuve preso por el delito de extorsión, sí estuve haciéndolo desde el 2010 que estuve involucrado en una célula en Morelos al mando de… le decían en aquel entonces ‘La Moña’, yo trabajaba para él. Él era muy allegado a Beltrán Leyva… Bueno, no se elegían las víctimas, simplemente era… no al azar, sino que cometías algún error que estuvieras disparando al aire, pues obviamente íbamos y te levantábamos, si estabas vendiendo droga que no era de nosotros, íbamos y te levantábamos.
“Obviamente como en todos los cárteles se cometen secuestros para financiar al grupo. Sí, sí cometimos varios, bastantes yo diría….
“Cuando matan a Beltrán Leyva queda ‘La Barbie’ (Edgar Valdez Villarreal), lo detienen y se hace, como decimos nosotros, un desmadre aquí en Morelos y se hacen muchas células, nos empezamos a dividir y simplemente pues ya entrenados, de por sí nos gustaban las armas, casi todos, la mayoría ya entrenados y sabiendo entrenar, como nosotros decimos, pues es mucho más fácil. Es lo que está pasando ahorita, yo creo, en el estado, que hay muchísimas celulitas pequeñas que ya saben hacer el trabajo y ya lo hacen por sí mismo y yo empecé a hacer lo mismo, al ya no tener un patrón a quien rendirle cuentas, obviamente nos juntamos varias personas con las que trabajé y empezamos a secuestrar, extorsionar, pedir piso…”.
En una segunda parte de la entrevista Manuel se refiere a la inseguridad en Cuernavaca:
“El 2014 empezó muy duro, cuando entró este gobierno entra muy duro, empieza a agarrar cabecillas, no lo voy a negar, pero empieza a hacer cabecillas a lo tonto, deja muchos huecos y deja mucho delincuente y lo peor de todo es que no van a acabar con esto. El gobierno sabe dónde están los cabecillas. Si el gobierno realmente quisiera trabajar, los agarran, pero obviamente nosotros pagamos policías”.
“No hay jefes de secuestro… sí hay, obviamente como en todos lados, pero hay tantas células, conozco muchos amigos que siguen activos en este negocio que es el robo de autos, ellos se dedican a robar autos, a vender drogas en el centro de Cuernavaca, en todos los bares.
“Desde un principio empiezas visitando todos los locales y cuando agarras la plaza platicas con ellos y les dices que van a pagar una cuota, una protección como así todo mundo le dice, obviamente a los que más tienen dinero son a los que secuestran. Yo estuve involucrado en unos diez. El monto máximo que llegamos a cobrar fueron 12 millones de pesos, el mínimo tres… una extorsión fue de 700 mil pesos pero no bajaba, se cobran desde 50 mil pesos, de lo que fuera…
“Un ejemplo, las tortillerías pagan mil pesos a la semana, las carnicerías igual, mil pesos, ya no nos metemos con las maquinitas, los jueguitos que le dicen, los casinos de moneditas, esos los tiene la Policía Federal, ellos cobran por maquinita cobran 200 pesos”.
Fuente: Radiofórmula. (Por Humberto Padgett)