Ciudad de México (07 de marzo de 2016).- Todavía no hay una cura, pero al menos ya se puede empezar a tener un patrón que alerte su temprana aparición, por lo que el avance es enorme aunque falten caminos por explorar para lograr erradicar la enfermedad neurodegenerativa que aqueja a más de 45 millones de personas en el mundo.
Estudiosos de la Universidad de California en Berkeley, encontraron que a través de una tomografía por emisión de positrones en el cerebro (PET, en inglés), se puede determinar si el Alzheimer puede emerger antes de lo imprevisto.
La investigación que se liberó en la revista científica Neuron, se basó en un estudio con 53 personas divididas por distintos rasgos de edad –tanto jóvenes como adultos mayores– quienes al someterlas al escaneo PET se demostró que la proteína tau estaba más presente al momento de ir evolucionando la edad.
Antes solo se descubría a través de autopsias si personas que habían padecido la pérdida de memoria degenerativa tenían la incorporación de la mencionada proteína, lo que ahora cambia con las tomografías PET, el problema sigue siendo la cura y, sobre todo, la prevención.
Una conjunción de cuidado.
No solamente se comprobó que la presencia de la proteína tau en el cerebro puede ser una de las causales del Alzheimer, sino que también conjugada con la beta-amiloide provocan el progreso de la enfermedad.
El problema es que los científicos identificaron que cuando la proteína tau se expande a zonas externas al centro del cerebro, como el neocórtex, se observaron mayores problemas de la función cognitiva.
“De alguna manera la beta-amiloide puede estar facilitando que la proteína tau se propague o viceversa, eso todavía no lo sabemos”, comentó el doctor William Jagust, profesor de la Universidad de California en Berkeley, para la gaceta oficial de la institución educativa.
Más allá de si la beta-amiloide o la proteína tau sean causantes del Alzheimer, ambas dos sí se encuentran directamente relacionadas con enfermedades de demencia.
Fuente: Reporte Índigo.