SAN LUIS POTOSÍ, 2021

Por: Oswaldo Ríos
Twitter: @OSWALDORIOSM

El 2021 comenzó a tambor batiente en San Luis Potosí. Las definiciones políticas se suscitan de forma trepidante y están tomando su ruta de desenlace. Le invito a hacer prospectiva sobre los escenarios que se insinúan en el futuro inmediato y las importantes repercusiones que ello tendrá en la vida pública de usted, de mí, de todos.

El PAN elegirá candidato a gobernador el próximo domingo 10 de enero y quien resulte vencedor entre el senador Marco Gama, el alcalde Xavier Nava y el ingeniero Octavio Pedroza, también será el abanderado de la alianza más grande en la historia del estado: un frente electoral conformado por el PAN, el PRI, el PRD y el partido local Conciencia Popular.

El horizonte que se avizora es francamente de incertidumbre porque además de tener un proceso repartidos a tercios, el mayor desafío consiste en preservar la tan invocada unidad y evitar la fractura interna que hizo perder al PAN las dos últimas gubernaturas por diferencias de menos de 3 puntos porcentuales.

Las tendencias permiten anticipar que la elección se definirá por estrecho margen y que una alianza de facto entre dos de los aspirantes resolvería y legitimaría la candidatura. Lo más probable es que el candidato surja de entre Marco Gama u Octavio Pedroza y que a Xavier Nava se le planteé buscar la reelección en la Capital.

Algo revelador es que el visceral grado de injurias que mantiene Nava contra el panismo, pareciera el anticipo de una serie de chantajes tendientes a negociar muy cara su permanencia dentro de la alianza prianista, sin embargo, si el gran trío no se rompe, la 4T será derrotada en toda forma en tierras potosinas.

Ahora bien, la decisión de Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, de tirar por la borda el proceso de elección de candidato a gobernador y elegir que la nominación recaerá en una mujer (en honor a la verdad ningún perfil femenino cuenta con condiciones de conocimiento o competitividad electoral), lo que realmente encubre es la decisión de habilitar a Ricardo Gallardo Cardona como el candidato que concentrará la operación electoral y de recursos del gobierno federal en la entidad, así como la consolidación de un proyecto que diluya a Morena en el Partido Verde y le entregue a la familia Gallardo la exclusividad de la franquicia cuatrotera.

Con Gallardo apuntalado por el Verde y el PT, y una candidata outsider por Morena, la votación chaira se dividirá y será más complicado que puedan presentar competencia a la gran alianza que encabezará el PAN y que previsiblemente se replicará en los distritos locales y la mayoría de alcaldías.

Además de lo mencionado, faltaría considerar las candidaturas de Movimiento Ciudadano (mujer); así como las de los nuevos partidos Redes Sociales Progresistas (hombre), Encuentro Solidario (hombre) y Fuerza Social por México (hombre); y así como la eventual inclusión de un candidato independiente (el más probable sería Arturo Segoviano). De esta forma, se tendría un abanico de 8 candidatos, lo que fragmentaría la votación y generaría una eventual polarización entre los dos más fuertes.

En cuanto a las siete diputaciones federales en disputa en la entidad es previsible que, si se replica la sinergia del PAN y sus aliados, este trabuco no tenga problema en obtener un carro completo y que los liderazgos femeninos de Josefina Salazar, Sonia Mendoza, Xitlálic Sánchez y Vianey Montes, sean la punta de lanza para acotar al presidente López Obrador en el Congreso de la Unión.

Visto lo anterior, si el experimento político de la alianza “Va por San Luis” se mantiene con márgenes aceptables de unidad política y cohesión social, será paradigmático el acotamiento que se puede hacer desde lo local a un régimen autoritario y populista como el de López Obrador.

No es extraño, aquí se ensayaron por primera vez en la historia de México las luchas cívicas contra el fraude electoral, las candidaturas independientes, la segunda vuelta, las alianzas entre izquierda y derecha y el derrocamiento de los cacicazgos.

2021 nos está llamando.

San Luis Potosí, en pie de lucha.

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