Fernanda Durán
Pese a que la dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Sara Rocha Medina, afirmó públicamente que Adolfo Micalco Méndez “nunca fue expulsado” del partido, existen documentos, antecedentes y una sentencia de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que desmienten está versión.
Durante una rueda de prensa esta semana, la presidenta priista celebró el regreso de Micalco al asegurar que “nunca hubo una expulsión” y que el exdirigente estatal únicamente estuvo alejado del partido, sin militar en otra fuerza política.
“Tengo las constancias y las cartas donde nunca hubo una expulsión y él no sabía, hasta ahorita se está enterando”, dijo Rocha ante los medios.
Sin embargo, los registros partidistas y resoluciones del TEPJF señalan lo contrario. Adolfo Micalco fue sujeto a un proceso sancionador impulsado por el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, luego de una serie de conductas que el partido calificó como graves, entre ellas: usurpación de funciones, desobediencia a decisiones internas, presentación de una lista alterna de candidatos y actos considerados de deslealtad y deshonestidad. Todo ello derivó en su expulsión como militante.
En 2009, el caso llegó a la Sala Superior del TEPJF mediante el juicio SUP-JDC-3001/2009, promovido por el propio Micalco, quien impugnó su sustitución como candidato a diputado federal.
Si bien el tribunal resolvió que se había vulnerado su derecho de audiencia y ordenó al PRI reponer el procedimiento, nunca revocó la expulsión ni la declaró inválida. Por el contrario, instruyó al partido a seguir el proceso interno conforme a derecho, respetando su defensa.
La narrativa de que nunca existió una expulsión fue sostenida por Rocha Medina para justificar la reincorporación de Micalco al partido, a quien incluso nombró coordinador de Sectores y Organizaciones del Comité Directivo Estatal, luego de afiliarse como militante este martes 15 de abril.
No obstante, en 2019 el entonces secretario de Organización del PRI estatal, Edmundo Torrescano, reconoció que Micalco había sido uno de los pocos exdirigentes oficialmente expulsados por la Comisión Nacional de Justicia Partidaria.
A más de una década de distancia, el regreso de Micalco al PRI abre un nuevo capítulo para su militancia, pero también rememora las tensiones históricas dentro del tricolor potosino.
