Abelardo Medellín
A través de una tarjeta informativa, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se deslindó del fallecimiento de una bebé recién nacida que murió después de que sus padres la llevaran a una prueba de tamizaje a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 19, ubicada en el municipio de Santa María del Río.
El pasado miércoles 31 de marzo, una joven del municipio de Santa María del Río se presentó a la Unidad de Medicina Familiar No.19 alrededor del mediodía para que le practicaran la prueba de tamizaje a su bebé con dos días de nacida; la menor fue atendida cinco horas después de su arribo y cuando se le entregó a su madre, ya no tenía signos vitales.
Tras los hechos, se avisó a las autoridades de la Fiscalía General del Estado (FGE), quienes, a través de la autopsia de ley, confirmaron que la bebé había perdido la vida por una broncoaspiración; el cuerpo de la recién nacida fue entregado a su familia, quienes realizaron su entierro en la comunidad de Ojo Caliente, de donde son originarios.
De acuerdo con lo informado por la FGE, será la Comisión Estatal de Arbitraje Médico, órgano desconcentrado de los Servicios de Salud de San Luis Potosí, quien realice los peritajes para determinar qué ocurrió en el hospital donde murió la bebé.
Pese a los hechos reportados por la familia, en su tarjeta informativa el IMSS aseguró que la derechohabiente se retiró de la unidad familiar con su bebé en “buen estado de salud”; cinco horas después de haber entregado a la bebé, los padres regresaron al hospital y solicitaron atención para su hija, quien ya no tenía signos vitales, motivo por el cual el personal médico pidió la asistencia al Ministerio Público para realizar el correspondiente certificado de defunción.
De acuerdo con el comunicado, la prueba de tamizaje neonatal consiste únicamente en un pinchazo en el área del talón de donde se extraen tres gotas de sangre, práctica que no tiene relación con la muerte de la menor.