Por Victoriano Martínez
Todo esfuerzo de transparencia es loable, pero si la claridad no es completa, lo que prevalece –porque destaca– es la opacidad.
El ayuntamiento de San Luis Potosí se ha caracterizado por hacer públicos sus egresos desde el primer mes, incluso en mamparas a las afueras de la Unidad Administrativa Municipal y del Palacio Municipal en el Centro Histórico, mediante las que difunde los rubros generales.
Tal voluntad de hacer públicos sus ingresos y egresos, no obstante, no alcanzó para que el Ayuntamiento cumpliera la difusión de oficio de los gastos con las características de la información a la que la ley obliga (a saber, que sea veraz, confiable, oportuna, congruente, integral, actualizada, accesible, comprensible y verificable).
Los doce formatos de Excel que el Ayuntamiento capitalino ha publicado en la Plataforma Estatal de Transparencia (PET) con sus egresos prácticamente coinciden con lo previsto en su presupuesto, salvo por los pagos de compromisos que se cubren de ejercicios anteriores, como las ADEFAS (Adeudos de Ejercicios Fiscales Anteriores).
Si bien aparecen la totalidad de los pagos, poder saber a qué correspondió cada una de las erogaciones resulta imposible, salvo los casos de impuestos, nómina y pagos únicos, como el realizado a la empresa Red Colector por el servicio de recolección de basura.
De ahí en fuera, los 20 conceptos únicos por los que se reportan los pagos en realidad representan el ocultamiento del destino específico de los recursos.
Así, por ejemplo, atrás del concepto “Proveedores”, queda oculto a qué se destinaron 837 pagos que acumularon 48 millones 682 mil 375.44 pesos sólo en el mes de septiembre. Bajo el concepto “medios de comunicación” se esconde qué se le pagó a 64 beneficiarios de 129 egresos que acumularon 10 millones 311 mil 826.50 pesos.
Se trata de dos rubros que, en el mes de septiembre, resultan especialmente significativos porque se afirma que el acto del Primer Informe de Actividades costó menos de un millón de pesos.
De conocerse los rubros específicos tanto en los pagos a proveedores como a los medios de comunicación, el Ayuntamiento aportaría elementos en su información para cumplir con las características que señala la ley, especialmente para que los ciudadanos puedan verificar un dato como el que se pregona, por ejemplo.
A pesar de esta situación, el ayuntamiento de San Luis Potosí es de los pocos que cumple con la difusión de oficio de sus egresos, y está entre los menos que lo hacen de la manera más completa, aunque no con la claridad necesaria y a la que la ley obliga.
El pasado jueves venció el plazo para que los entes públicos montaran en la PET la totalidad de la información a la que están obligados, entre la que se encuentran los egresos.
Sólo 16 de los 58 municipios han publicado en la PET el formato con la lista de egresos de septiembre, en tanto que hay 24 ayuntamientos que no han publicado un solo dato de sus egresos en lo que va del año.
Los avances del ayuntamiento capitalino son loables pero su transparencia aún no es para presumir. El resto de los ayuntamientos se encuentran en peores condiciones.
Un panorama que sólo le pinta una rayita más al vergonzante papel de una Comisión Estatal de Garantía de Acceso a la Información Pública (CEGAIP) cuya nulidad cada día queda más acreditada.