Se hunden las grandes apuestas del Gobierno estatal

Carlos Rubio

En tan solo una noche, una fuerte lluvia echó abajo dos grandes apuestas que el Gobierno del Estado realizó en este año: el concierto de J. Balvin en la Feria Nacional Potosina (Fenapo), y el rehabilitado y renombrado Circuito Potosí.

En menos de un año de Gobierno, algunas inversiones que la administración estatal ha realizado se han visto cuestionadas por sus visibles defectos: dos en materia de entretenimiento y una más en infraestructura. El común denominador en todas ha sido la gran difusión desplegada y el festejo realizado entorno a cada una.

El primer tropiezo del Gobierno que causó una infinidad de burlas y memes en redes sociales fue el fallido encendido del “árbol de navidad más grande de Latinoamérica”.

Aquella noche del 10 de diciembre de 2021 comenzó con un desfile que encabezó el gobernador Ricardo Gallardo Cardona, acompañado de su esposa Ruth González Silva, quienes pasearon por las calles de Centro Histórico sobre un carro alegórico, acompañados de Santa Claus, mientras entregaban dulces a las familias que los aclamaban sobre la banqueta.

Días antes, las expectativas de la población habían crecido casi tanto como el árbol de navidad que mediría 70 metros. El magno evento de encendido que se llevó a cabo en la Plaza Fundadores fue difundido por parte de Comunicación Social del Gobierno del Estado como si se tratara de la inauguración de un puente recién terminado o una nueva escuela construida.

Centenares de personas se agruparon esa noche en la Plaza para presenciar cómo el gobernador encendía el árbol que tanta promoción había recibido.

Cuando el mandatario finalmente arribó al escenario y la cuenta regresiva para el encendido llegó a su fin, los gritos de efusividad del público se transformaron en risas al ver que apenas se iluminó una cuarta parte del árbol, la primera gran apuesta del Gobierno para brindarle entretenimiento a la gente, en una coyuntura en la que las obras del Parque Tangamanga I mostraban severos atrasos y la violencia incrementaba.

El anuncio de la presentación de J. Balvin en la Fenapo se produjo en un momento crucial para el estado: horas antes, un presunto grupo delictivo había balaceado el Centro de Reinserción Social La Pila.

Aquel lunes 20 de junio, la carretera 57 amaneció cubierta de artefactos “poncha llantas” que fueron esparcidos por los atacantes para facilitar su huida de las autoridades y que causaron daños en alrededor de 13 vehículos.

Este hecho violento coincidió con el anuncio que realizó el gobernador horas más tarde a través de una transmisión en vivo: “De Colombia para el mundo, va a estar en San Luis Potosí, J. Balvin”, dijo Gallardo Cardona, ante la cámara de su celular y a bordo de una camioneta.

La expectativa que se generó entorno a la presentación fue tal que 80 mil personas llegaron el pasado 16 de agosto al Teatro del Pueblo para ver al artista de talla internacional; incluso hubo quienes viajaron desde otros estados de la República para presenciar el evento y quienes pasaron más de 12 horas formados para obtener un buen lugar.

Minutos antes de que empezara el concierto, una fuerte lluvia provocó fallos eléctricos que significaron la cancelación del evento y se opacó otra gran apuesta que realizó el Gobierno para proyectar a San Luis Potosí y que se anunció el mismo día que ocurrió un fuerte hecho delictivo.

Más tarde, el Teatro del Pueblo comenzó a ser desalojado ante la inundación que afectó también a los comerciantes de la Feria.

La misma noche, a poco más de dos kilómetros de la Feria Nacional Potosina, la obra más grande que el Gobierno ha realizado hasta el momento veía su primera falla: un tramo del Circuito Potosí comenzó a hundirse apenas 14 días después de haber sido inaugurado.

El 3 de agosto, empresarios, funcionarios y alcaldes, acompañaron al gobernador Gallardo Cardona en la inauguración de los 43 kilómetros rehabilitados del Circuito Potosí, para lo que se invirtieron 400 millones de pesos, según lo informado.

Frente a ocho grandes letras que componían la frase “ya se nota”, los funcionarios se tomaron la fotografía sobre la vialidad y presumieron haber arreglado una calle que había estado abandonada durante los sexenios pasados, aquellos de la “herencia maldita”.

Estos hechos destacan por haber sido eventos ampliamente difundidos por el Gobierno estatal y que concluyen en alguna falla o desperfecto que provoca molestias y hasta burlas por parte de la población.

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